Mafalda cumple 60 años

Tantos años después, el mítico personaje creado por Quino en 1964 sigue siendo considerado un símbolo de crítica social y política a nivel mundial

“Papá, ¿podrías explicarme por qué funciona tan mal la humanidad?”, le pregunta Mafalda a su padre. Esta inquietud de una niña de apenas seis años resume muy bien el espíritu crítico que siempre ha caracterizado a Mafalda, el entrañable personaje de cómic creado por el humorista gráfico Quino. 

La primera vez que Mafalda apareció publicada fue el 29 de septiembre de 1964, en las páginas de la revista Primera Plana, una publicación argentina de gran relevancia en la época. Esta semana se cumplen 60 años de esa primera tirada en la que conocimos a este mítico personaje.

Desde la primera viñeta, Quino utilizó a Mafalda para transmitir ideas profundas y críticas sociales a través del humor. Ella no es solo una niña curiosa: pese a su corta edad, tiene dudas y frustraciones sobre el mundo que la rodea y no tiene miedo a expresarlas abiertamente. 

La claridad de sus ideas, que comparte con sus amigos y familiares en las ilustraciones, la ayudaron a convertirse en un símbolo de crítica social y política. Un símbolo a nivel global: en 60 años, sus tiras cómicas han sido traducidas a 26 idiomas y solo en Argentina se han vendido más de 20 millones de ejemplares de los libros recopilatorios en los que aparece.

Un personaje inspirador

Aunque Mafalda es la protagonista de las tiras, está acompañada de un elenco de personajes secundarios que son también muy importantes. 

Está Susanita, que sueña con casarse y tener hijos, representando la idea de mujer tradicional. Manolito, el hijo de un almacenero, es la personificación del capitalismo y está obsesionado con el dinero y los negocios. Felipe, por su parte, es un soñador y siempre está con la cabeza en las nubes.

Mientras sus amigos de la escuela piensan en jugar y divertirse, Mafalda se pregunta por los grandes problemas del mundo. ¿Por qué hay pobreza y desigualdad? ¿Por qué las guerras no acaban? ¿Por qué los adultos no ponen solución a estos problemas que ellos mismos han creado?

Desde su primera aparición en 1964, esta pequeña argentina ha cuestionado todo: la política, la sociedad, el rol de la mujer, la guerra… Pese a los avances que ha experimentado el mundo, muchos de los problemas que Mafalda denuncia siguen vigentes. De hecho, algunas de sus frases más famosas siguen siendo sorprendentemente actuales, aunque fueron escritas hace más de 50 años. 

Hoy en día, Mafalda es un personaje que ha conseguido inspirar a varias generaciones de niños y jóvenes. Su forma de ser nos enseña a no conformarnos con respuestas fáciles, a cuestionar lo que nos rodea y a no perder nunca la capacidad de soñar con un mundo mejor. 

El humorista detrás de Mafalda

Este 2024 también se cumplen cuatro años desde la muerte de Quino. Joaquín Salvador Lavado Tejón (nombre real) nació el 17 de julio de 1932 en Mendoza (Argentina) y falleció el 30 de septiembre de 2020. Aunque es conocido principalmente por haber creado a Mafalda, su carrera como dibujante y humorista gráfico se extendió más allá de esta tira cómica. 

Hijo de padres españoles (emigraron desde la localidad malagueña de Fuengirola a Argentina), Quino mostró interés por el dibujo desde que era muy joven. Cuando solo tenía 17 años, y después de perder a sus padres a una edad temprana, se trasladó a Buenos Aires para buscar oportunidades laborales como dibujante profesional.

Comenzó publicando viñetas de humor en revistas y periódicos, pero en 1963, una empresa de electrodomésticos le pidió que creara un personaje para una campaña publicitaria. Aunque la campaña no llegó a realizarse finalmente, el argentino decidió aprovechar el personaje que había creado para otros proyectos. Así fue como nació Mafalda.

Después de aparecer en la revista Primera Plana, las viñetas de este personaje femenino empezaron a publicarse en el diario El Mundo. Tras publicar el primer libro recopilatorio, la obra de Quino empezó a editarse en otros países, entre ellos Italia, España y Portugal. 

Aunque el humorista decidió dejar de dibujar a Mafalda en 1973 para evitar repetirse, la popularidad del personaje no disminuyó. Esta niña curiosa y contestona acabó convirtiéndose en todo un fenómeno cultural del que seguimos hablando 60 años después.