Marc Márquez, campeón por novena vez en MotoGP
El piloto de Cervera vuelve a hacer historia después de una década llena de éxitos, lesiones y superaciones, y logra una hazaña que comparte con su hermano Àlex
Marc Márquez, el piloto de Cervera (Lleida), se ha convertido en campeón del mundo de MotoGP por novena vez. En esta ocasión lo ha conseguido en el Gran Premio de Japón, en la ciudad de Motegi, un circuito muy especial para él porque ya había celebrado otros títulos en el pasado. MotoGP es la categoría más importante del motociclismo de velocidad, donde compiten los mejores pilotos y las motos más rápidas del planeta.
Para proclamarse campeón del Mundial, Marc Márquez solo necesitaba completar la carrera sin perder demasiados puntos respecto a su hermano Àlex. Finalmente, cruzó la meta en segunda posición, detrás de Pecco Bagnaia, un resultado que le permitió asegurarse matemáticamente el título.
Este es el séptimo título de MotoGP que suma a su colección, pero si contamos también los que consiguió en categorías inferiores, ya tiene nueve. Con este resultado iguala a una leyenda como Valentino Rossi y se confirma, una vez más, como uno de los mejores pilotos de toda la historia.
Llegar hasta aquí no ha sido fácil. En 2020, el piloto sufrió una caída muy grave en la primera carrera de la temporada y se fracturó el brazo derecho. Tuvo que ser operado varias veces y estuvo casi dos años sin poder competir al máximo nivel. Muchos expertos llegaron a decir que quizá nunca volvería a ser el mismo piloto.
Pero el carácter de Márquez siempre ha sido combativo. Continuó entrenando, recuperándose y trabajando físicamente hasta volver a subir al podio. En 2025, ya con el equipo Ducati, ha vuelto a mostrar su mejor versión y ha ganado muchas carreras, certificando que, a pesar de las lesiones y dificultades, sigue siendo uno de los pilotos más rápidos del mundo.
¿Qué relevancia tiene el noveno mundial de Marc Márquez en el mundo del motociclismo?
La dimensión histórica del título de unos hermanos que corren juntos
Una de las grandes novedades de este campeonato ha sido la presencia de su hermano, Àlex Márquez, como principal rival. El pequeño de los Márquez también compite en MotoGP y este año ha hecho una temporada espectacular, con podios y victorias como la del Gran Premio de Catalunya.
Es la primera vez en la historia que dos hermanos terminan primero y segundo en el campeonato de MotoGP. Los Márquez han hecho historia juntos y esto añade aún más emoción e interés a las carreras. El público ha podido ver cómo Marc y Àlex no solo compiten al máximo nivel, sino que también se motivan y se ayudan para ser mejores.
Otras familias han tenido deportistas famosos —como los Gasol en baloncesto, las hermanas Williams en tenis o los Schumacher en Fórmula 1—, pero es muy poco habitual que dos hermanos compitan tan cerca y dominen un deporte tan exigente como el motociclismo de velocidad.
Ser nueve veces campeón del mundo no es una hazaña cualquiera. En MotoGP han habido pocos pilotos que hayan llegado a este nivel: Valentino Rossi, Giacomo Agostini, Mick Doohan o Ángel Nieto en otras categorías. La dificultad es enorme porque cada año hay pilotos nuevos, motos más potentes y una competición más ajustada.
El hecho de que Márquez vuelva a ganar después de lesiones graves hace su gesta aún más épica. Su carrera es un ejemplo de constancia, esfuerzo y pasión. Con este nuevo título, ya forma parte de un grupo muy reducido de leyendas que han hecho historia en el mundo de las motos.
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Para poder alcanzar velocidades extremas de hasta 360 km/h, las motos de competición necesitan gastar muchos litros de gasolina. Se calcula que durante un fin de semana de gran premio, cada piloto consume un total de 150 litros de combustible, un gasto que equivale a un recorrido de 830 km en moto, la distancia entre Barcelona y París.
Teniendo en cuenta su impacto ambiental, la Federación Internacional de Motociclismo ha anunciado que a partir de 2027 todas las motos de la competición utilizarán combustibles 100 % sostenibles. Estos nuevos combustibles no se obtendrán del petróleo, sino de fuentes renovables, como por ejemplo biocombustibles o e-combustibles que aprovechan el CO₂ del aire.