La respuesta colectiva ante la tragedia ha sido ejemplar, con miles de voluntarios y donantes comprometidos con la causa
Los daños que la DANA ha provocado en la Comunidad Valenciana han demostrado, una vez más, que ante situaciones adversas las personas se unen en favor de quienes más lo necesitan. Es la versión más esperanzadora de una catástrofe que ha causado estragos, y que, además de devastar poblaciones, paisajes, viviendas particulares e infraestructuras, también ha dejado a su paso centenares de muertos y personas desaparecidas.
La solidaridad que muchas personas han expresado y demostrado con las víctimas de la DANA ha superado todas las previsiones posibles. Pocas horas después de que el temporal dejase un paisaje desolador con municipios incomunicados, calles, casas y aparcamientos inundados e innumerables destrozos materiales, miles de vecinos, especialmente de la ciudad de Valencia, se desplazaron a pie para ayudar en las primeras tareas de limpieza y desbroce.
El apoyo incansable de los voluntarios ha sido fundamental para los vecinos de municipios como Picanya o Paiporta, entre los más afectados, que han destacado las muestras de solidaridad de muchas personas llegadas de toda España. Además de las tareas de limpieza, los voluntarios han sido imprescindibles para hacer llegar a los damnificados agua, comida, productos de higiene o pañales y leche para los bebés.
Donativos coordinados a través de las redes sociales
Junto a las personas que se han desplazado a la zona de manera individual, entidades, asociaciones y ONG han iniciado campañas de recogida de productos de primera necesidad. Escuelas, institutos o ayuntamientos se han convertido en puntos de recogida de material que se ha ido enviando a los municipios más afectados. Las redes sociales han sido una de las principales vías de solicitud y de coordinación de los donativos.
Redes como Instagram o X también han servido a las poblaciones damnificadas para comunicar las necesidades en tiempo real. De la ropa, los alimentos y el agua de los primeros días, se ha pasado a la solicitud de material de desinfección o de botas de agua.
A toda esta movilización también se han sumado entidades como Cáritas, Intermón Oxfam o la Cruz Roja que han coordinado las aportaciones económicas que se destinarán para ayudar a las víctimas más vulnerables del temporal.
En este sentido, entidades como Cruz Roja hacen hincapié en que en emergencias como la DANA, la aportación económica es más eficiente que la ayuda en especie, ya que el dinero se destina a la compra de productos de km 0, impulsando el comercio local y la recuperación económica de la zona. Además, se utilizan según las necesidades reales de la población.
El recuerdo del Prestige
La respuesta colectiva ante la peor gota fría del siglo recuerda las movilizaciones de anteriores desastres ecológicos o ambientales. En el año 2002, el petrolero Prestige se hundió frente a las costas de Galicia y Portugal, liberando el petróleo que transportaba y provocando una de las catástrofes medioambientales más grandes de la historia de la navegación.
La llamada marea negra que inundó la costa fue rápidamente contrarrestada por una marea de voluntarios de todo el mundo vestidos de blanco que trataban de sacar el fuel del litoral afectado. Según la entidad Greenpeace, durante nueve meses se llevaron a cabo más de 327.000 acciones voluntarias, logrando una de las movilizaciones cívicas más importantes e impactantes que se recuerdan.
La movilización dio paso a la indignación de los voluntarios y víctimas del Prestige que se organizaron creando una plataforma cívica transversal bajo un grito unánime que ya ha pasado a la historia: Nunca Máis.
Trabaja la actualidad en el aula
Este artículo incluye materiales didácticos exclusivos para suscriptores. ¡Descubre la actividad que te proponemos hoy!