El ex primer ministro de Italia y dueño del grupo mediático Mediaset ha fallecido a los 86 años en Milán
El empresario y político italiano Silvio Berlusconi (1936–2023) ha fallecido este lunes 12 de junio a los 86 años, según han confirmado los medios de comunicación internacionales. El político llevaba hospitalizado en la ciudad de Milán desde el viernes por la leucemia que sufría.
Berlusconi será recordado como una de las figuras más importantes de la política italiana de las últimas décadas. Fue primer ministro de Italia en tres ocasiones y hasta ahora era presidente del partido conservador y de extrema derecha Forza Italia y senador. En el plano empresarial, era propietario y presidente de la corporación mediática Mediaset .Además, fue presidente del AC Milán entre 1986 y 2017.
La carrera política de Berlusconi estuvo marcada por polémicas y escándalos. Durante su tiempo como primer ministro, enfrentó acusaciones de corrupción y de relaciones con la mafia, fraude fiscal, abuso de poder y escándalos sexuales. También fue objeto de críticas por llevar a cabo una política basada en el populismo.
Berlusconi también destacó por ser propietario de Mediaset, uno de los grupos de medios de comunicación más grandes de Italia que actualmente cuenta con canales de televisión, periódicos, revistas y compañías de producción audiovisual. Esto le permitió ejercer una gran influencia en el plano político, mediático y empresarial.
A pesar de los problemas legales que acumuló en los últimos años y su avanzada edad, Berlusconi seguía siendo una figura activa e influyente en el panorama político italiano.
Un líder populista
A mediados de la década de 1990, Italia vivía momentos complicados: la economía estaba al borde de una recesión, miles de personas habían sido despedidas de sus trabajos y la deuda pública no paraba de crecer. A esto se sumó una crisis política, con varios escándalos de corrupción y el consiguiente desencanto de la población.
En este contexto, Silvio Berlusconi se presentó como una solución para gran parte del país. El político fue visto como una alternativa renovadora y con su partido Forza Italia prometió luchar contra la corrupción, impulsar la economía y proporcionar soluciones rápidas a los problemas que atravesaba entonces el país.
De esta manera, fue elegido primer ministro de Italia por primera vez en 1994, y ocupó el cargo en tres períodos no consecutivos: 1994-1995, 2001-2006 y 2008-2011. Durante su tiempo en el poder, implementó políticas económicas y sociales controvertidas y se enfrentó a numerosos escándalos y procesos legales.
Como político, Berlusconi fue ampliamente asociado con el populismo. Este término se refiere a un estilo de liderazgo político donde los dirigentes prometen soluciones simples a problemas complejos, apelando normalmente a las emociones para evocar esperanza y temor en la población.
Su carisma y sus habilidades de comunicación le permitieron conectar con el electorado italiano. Algunos analistas internacionales consideran que el liderazgo personalista que caracterizó la carrera política de Berlusconi sirvió de inspiración para otros líderes políticos como Donald Trump.
Magnate de los medios de comunicación
Además de su figura como político, Berlusconi destacó como magnate de los medios de comunicación. El italiano fundó y dirigió el Grupo Mediaset, uno de los conglomerados mediáticos más grandes de Italia que ha desempeñado un papel influyente en la formación de la opinión pública del país.
En la actualidad, Mediaset controla numerosos canales de televisión en Italia como Canale 5, Italia 1 o Rete 4, y varias cadenas de radio como R101, Radio 105 o Virgin Radio. Pero además, Berlusconi también poseía periódicos italianos de gran influencia, como Il Giornale y La Stampa.
Estos medios de comunicación han sido plataformas clave para la difusión del mensaje político de Berlusconi y su partido, así como para el fortalecimiento de su imagen pública. Este poder mediático le otorgó al político una influencia significativa sobre la forma en que se informaba acerca de todo lo que ocurría en el país.
La posición de Berlusconi como propietario de Mediaset y líder político generó un gran debate sobre los conflictos de intereses. ¿Podía un primer ministro controlar los canales de televisión más importantes del país? Parte de la población planteaba que esto limitaba la diversidad informativa y la libertad de prensa en Italia.
A lo largo de su vida, el magnate acumuló un poder considerable tanto en el ámbito político como en el mediático. Para varios analistas políticos, la combinación de populismo y poder mediático en Berlusconi lo convirtieron en ocasiones en una gran amenaza para la democracia en Italia.