Más de 300 niños y adolescentes trabajaban en condiciones irregulares en diferentes establecimientos de la cadena en Estados Unidos
El Departamento de Trabajo de Estados Unidos ha multado a tres franquicias de McDonald's tras destapar varios casos de trabajo infantil ilegal. La inspección ha descubierto que varios establecimientos de esta cadena de comida rápida tenían a 305 menores de edad, incluyendo a dos niños de 10 años, trabajando en condiciones irregulares.
Los menores de 10 años trabajaban en turnos hasta las dos de la madrugada en las cocinas de un McDonald’s de Louisville (Kentucky) sin recibir ninguna compensación económica. Sus tareas consistían en preparar pedidos, limpiar el local y manejar la caja registradora. Además, uno de ellos utilizaba maquinaria peligrosa (freidoras), una tarea que está prohibida a los menores de 16 años según la ley laboral estadounidense.
El resto de menores, que tenían mayoritariamente entre 14 y 15 años, también estaban sometidos a condiciones de trabajo irregular: trabajaban más horas de las permitidas, superando los límites diarios y semanales para su edad, y algunos llegaron a trabajar en horario escolar.
La legislación estadounidense no prohíbe que los menores trabajen, pero sí que establece ciertas limitaciones. Por ejemplo, la Ley Federal de Trabajo Infantil restringe las horas y los tipos de trabajo que pueden realizar los menores de 16 años y prohíbe el empleo de menores de 18 años en ocupaciones peligrosas, entre otras regulaciones.
Por ese motivo, el gobierno estadounidense ha multado a tres franquicias de McDonald’s, que operaban 62 locales en los estados de Kentucky, Indiana, Maryland y Ohio. La multa asciende a 212.000 dólares (alrededor de 191.000 euros).
No es la primera vez que se descubren casos de explotación infantil en esta cadena de restaurantes. En junio de 2022, un establecimiento en Tennessee fue multado por asignar a un trabajador de 15 años el uso de una freidora. El niño sufrió una quemadura grave por realizar esta tarea.
Trabajo infantil en Estados Unidos
En Estados Unidos está permitido que los menores de edad trabajen siempre que se cumplan una serie de limitaciones. Los menores de 14 y 15 años pueden trabajar siempre que lo hagan fuera del horario escolar, no pueden superar las tres horas en un día lectivo ni las ocho horas en un día no escolar, y no pueden empezar a trabajar antes de las 7h de la mañana.
El problema es que no todas las empresas cumplen la ley a la hora de contratar a menores de edad. Obligar a niños y niñas a trabajar hasta altas horas de la noche, sin compensación económica o utilizando maquinaria peligrosa supone una vulneración de los derechos de los menores.
Esta situación se ha vuelto especialmente complicada para niños y niñas migrantes que llegan a Estados Unidos. Una investigación del diario The New York Times ha revelado que los menores no acompañados se han convertido en mano de obra barata para las empresas estadounidenses, creando una “economía de explotación” en el país.
Muchos de estos menores se ven obligados a trabajar en condiciones irregulares porque necesitan el dinero para sobrevivir o para enviar a sus familias, que siguen viviendo en otro país. Para conseguir este dinero trabajan en todo tipo de sectores, como la industria de la alimentación, el automóvil o el textil, entre otros.
El Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos es el organismo encargado de garantizar el bienestar de los menores migrantes. Sin embargo, la investigación de The New York Times denuncia que los mecanismos de control están fallando y que el gobierno está perdiendo la pista de miles de niños que llegan al país.
Según los últimos datos oficiales, Estados Unidos ha sufrido un aumento del 70% en las violaciones de trabajo infantil desde 2018. En total, 835 empresas infringieron las leyes de trabajo infantil y alrededor de 688 menores fueron empleados ilegalmente en trabajos peligrosos en 2022.
Trabajo infantil en el mundo
El trabajo infantil es una violación de los derechos humanos que afecta al desarrollo de millones de niños y niñas, produciéndoles daños físicos y psicológicos que pueden durar toda su vida. Según los últimos datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en el mundo hay 160 millones de niños y niñas en situación de trabajo infantil.
No todas las tareas que realiza un menor de edad son consideradas trabajo infantil que hay que eliminar. Existen trabajos en los que niños y niñas pueden participar sin que afecten de manera negativa a su salud y su educación, como puede ser colaborar en el negocio familiar durante las vacaciones.
Cuando hablamos de trabajo infantil nos referimos a empleos que son peligrosos y prejudiciales para el bienestar del menor. Además, estos trabajos interfieren en su educación: muchos se ven obligados a abandonar la escuela a edades muy tempranas y pierden la oportunidad de tener un futuro mejor.
Las formas más graves de trabajo infantil incluyen la esclavitud, la prostitución, la trata de personas y la obligación de realizar actividades ilegales o peligrosas, como es el caso de los niños soldados que se ven forzados a combatir en conflictos armados.
Aunque se trata de una problemática global, los menores de algunas regiones son más vulnerables que en otros lugares. África ocupa el primer lugar entre todas las regiones del mundo, con 72 millones de niños y niñas sometidos a trabajo infantil, según datos de las Naciones Unidas. Asia y el Pacífico ocupan el segundo lugar con 62 millones de menores.
Los organismos internacionales alertan que esta problemática puede seguir aumentando si los gobiernos del mundo no trabajan conjuntamente para luchar contra la pobreza y ofrecer a estos menores un futuro que les proteja de la explotación infantil.