Control de fronteras y flujos migratorios de la Unión Europea
La política migratoria ha sido uno de los principales temas de debate en la campaña para las elecciones al Parlamento Europeo. En este contexto se ha dicho que la Unión Europea (UE) permite la entrada de inmigración sin ningún tipo de control, pero esto no es cierto. La UE sí tiene mecanismos de control de fronteras y flujos migratorios.
Jorge Buxadé, cabeza de lista de Vox para las elecciones europeas, dijo en un acto de partido que actualmente existe “una política inmigratoria que ha abierto de par en par las fronteras [de Europa] y nos obliga a vivir atrincherados en nuestras casas”. Buxadé, en otra ocasión, afirmó que “la llamada a la inmigración ilegal masiva y descontrolada es ejecutar un plan”. En el mismo acto, Santiago Abascal dijo que “desde Bruselas nos han obligado a abrir todas las fronteras”.
Control de fronteras y flujos migratorios
En 2022, según datos de la Comisión Europea, llegaron a la UE 326.217 inmigrantes de forma irregular. Pero, ¿qué significa esto? El Parlamento Europeo define esta condición como “personas procedentes de países no comunitarios a través de las fronteras de la UE sin cumplir los requisitos legales de entrada, estancia o residencia”. Es decir, un 63,1% más que en 2021. Sin embargo, la realidad es que este porcentaje representa una fracción minoritaria del total de llegadas de migrantes a la UE. En 2022 estas representaron una de cada diez.
La UE no permite la entrada libre de ciudadanos de terceros países. Cuenta con procedimientos de control de fronteras y flujos migratorios reforzados con el nuevo Pacto sobre Asilo y Migración, aprobado el 14 de mayo de 2024.
Cuando una persona llega de forma irregular a la UE, puede presentar una solicitud de asilo de forma que se le otorgue el estatus de refugiado u otra categoría de protección internacional. El artículo 19 de la Carta de Derechos Fundamentales de la UE prohíbe las expulsiones colectivas y protege a los individuos de ser devueltos, expulsados o extraditados a un Estado donde podrían correr un grave riesgo de pena de muerte, tortura, otras penas u otros tratos inhumanos o degradantes. Este es el criterio legal para aceptar o denegar una solicitud de asilo. En 2022, 31.200 ciudadanos de países no pertenecientes a la UE recibieron la orden de abandonarla, un aumento del 27% respecto a 2021.
En el presupuesto de la UE para 2021-2027 se prevén 22.700 millones de euros para la gestión de migración y fronteras, una cifra que dobla los 10.000 millones de euros que se destinaron en el período 2014-2020. Aquí te explicamos más detalladamente qué es Frontex, la policía de las fronteras europeas.
Devoluciones en caliente
También se ha hablado de las llamadas “devoluciones en caliente”. En España se conocen técnicamente como “rechazos en frontera inmediatos con coacción administrativa directa sin procedimiento” como explicó a Verificat el profesor de Derecho Constitucional y Derecho Migratorio en la Universitat de Barcelona. En 2020 el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) avaló este tipo de medidas en caso de producirse “asaltos masivos” y si existen otras vías de entrada legales en el territorio.Este tipo de expulsiones “no permiten diferenciar a potenciales refugiados de otros perfiles, pues a todos se les devuelve sin atender a sus peticiones ni darles audiencia”, explica David Moya. Ruth Ferrero, docente de Ciencia Política y Estudios Europeos de la Universidad Complutense de Madrid, exponía en France 24 que “si tienes expulsiones rápidas no tienes tiempo de estudiar los dosieres de las personas que puedan solicitar el asilo”.
