La capital francesa obligará a los coches tipo SUV a pagar el triple que el resto de automóviles para aparcar en la calle con el propósito de bajar la polución
París limitará la entrada a la ciudad de coches grandes y pesados tipo SUV [acrónimo de Sport Utility Vehicle, vehículo utilitario deportivo]. Así lo han decidido los parisinos en un referéndum en el han votado favorablemente a triplicar la tarifa de aparcamiento para este tipo de vehículos.
Los conductores de estos coches tendrán que pagar más que el resto de automóviles para aparcar en las calles parisinas. En referéndum, un 54,55% de los residentes ha votado a favor. Sin embargo, la participación ha sido muy baja: solo 78.121 personas han votado de un total de 1,3 millones de votantes.
La medida se aplicará a todos los vehículos que superen los 1.500 kg de peso, que en la zona más céntrica de París pasarán de pagar 6 euros/hora a 18 euros/hora por estacionar.
Las autoridades de la capital francesa propusieron esta medida como parte del plan medioambiental que están desarrollando, cuyo objetivo es conseguir que París tenga menos contaminación y sea más segura para los peatones.
La alcaldesa Anne Hidalgo ha defendido que los turismos tipo SUV son más pesados, menos eficientes, más contaminantes y más inseguros. Su partido propuso la reforma para las tarifas de aparcamiento, que se suma a otras políticas ecologistas aprobadas en los últimos años como la construcción de carriles bicis y la reducción del espacio para los coches.
Impacto de los coches
En la lucha contra el cambio climático, los coches están en el punto de mira. El transporte representa el 15% de las emisiones de gases invernadero y, por eso, algunos países ponen en marcha medidas para limitar la producción, venta y uso de coches de gasolina y diésel.
Estos automóviles son contaminantes por los gases que expulsan, que atrapan el calor en la atmósfera y aumentan el calentamiento global de la Tierra. También por los materiales que utilizan. Metales, plásticos, combustibles fósiles… Fabricar coches requiere la utilización de muchos recursos naturales y energía, lo que afecta a la naturaleza.
Además, uno de los principales problemas es que cuando un coche deja de funcionar o ya no queremos utilizarlo no termina su impacto medioambiental. Los automóviles desechados generan una gran cantidad de residuos. Esto no solo incluye el coche en sí, sino también sus componentes, como neumáticos, baterías y fluidos.
Todos estos residuos pueden ser difíciles de desechar de manera segura y pueden contaminar el suelo y el agua si no se manejan adecuadamente.
Por todo esto, se intenta incentivar la fabricación y uso de coches eléctricos, que son considerados más limpios para el medio ambiente. Estos funcionan sin los carburantes tradicionales (gasolina, diésel) y, por tanto, contaminan menos.
Plan ‘verde’ en París
La nueva solución medioambiental de París se suma a otras políticas ecologistas aprobadas por el gobierno local en los últimos años. En junio, el Ejecutivo liderado por la socialista Anne Hidalgo aprobó el nuevo Plan Local de Urbanismo (PLU), que incluye diversas medidas para promover la resiliencia climática en la capital.
Entre ellas, el ayuntamiento se comprometió a aumentar las zonas verdes de la capital, sustituyendo las zonas de hormigón por otros materiales y creando nuevas zonas con más vegetación. El objetivo es desarrollar 300 nuevas hectáreas de parques y jardines en las próximas dos décadas y plantar 170.000 árboles para 2026.
El plan incluye una gran variedad de medidas para reducir las emisiones contaminantes que causan el cambio climático, como el impulso de las energías renovables o el uso de la bicicleta.
El objetivo de París es conseguir la neutralidad climática para 2050. Esto significa que la cantidad total de gases de efecto invernadero que se emiten sea igual a la cantidad que se retira de la atmósfera, de modo que no haya un aumento en la concentración de estos gases que contribuyen al cambio climático.