Ola de incendios en California

El paso del fuego ha dejado miles de hectáreas quemadas y varias víctimas mortales en Los Ángeles, el condado más afectado por las llamas

Múltiples incendios forestales arrasan la región del sur de California (Estados Unidos), siendo el condado de Los Ángeles el más afectado por el fuego. Las llamas han provocado varias víctimas mortales, han dejado más de 10.000 hectáreas quemadas y alrededor de 150.000 personas han recibido una orden de evacuación. 

El incendio en el barrio residencial de Pacific Palisades fue uno de los primeros en registrarse y comenzó el pasado 7 de enero. Según avanza el diario The New York Times, este es ya el más destructivo en la historia de Los Ángeles. El fuego ha avanzado por otras áreas de L.A. como Pasadena, Hollywood Hills y el Valle de San Fernando.

Aunque las autoridades todavía investigan la causa exacta de los incendios, las condiciones meteorológicas pueden haber jugado un papel clave. Las altas temperaturas y la sequedad de la vegetación en esta zona han podido contribuir a que las llamas se propaguen más rápidamente.

Los fuertes vientos de Santa Ana, comunes en California durante los meses más fríos, también han sido determinantes. Estos vientos secos y cálidos soplan desde el interior hacia la costa y pueden alcanzar ráfagas de hasta 130 kilómetros por hora. La sequedad sumada a la gran velocidad crean condiciones ideales para la propagación de incendios forestales.

¿Por qué hay tantos incendios?

Cada vez con más frecuencia, los medios de comunicación nos informan sobre la propagación de incendios forestales en todo el mundo. Este fenómeno ha crecido tanto en los últimos años que los investigadores han acuñado hasta un nuevo término para referirse a esta época: el piroceno, la Edad del Fuego. 

El fuego está quemando millones de hectáreas de bosques, pero también está afectando a ciudades y pueblos, amenazando la vida de sus habitantes y destruyendo infraestructuras como carreteras, hospitales, colegios… Cada vez es más complicado controlar las llamas y la crisis climática solo ha agravado esta situación.

Nuestro planeta está viviendo un aumento de las temperaturas y una disminución de las precipitaciones, consecuencias directas del cambio climático. Estas condiciones crean un entorno más propicio para que incendios como los de California se inicien y se propaguen con mayor facilidad. 

Al haber menos lluvias y hacer tanto calor, la vegetación y el suelo se secan más fácilmente. Esta sequedad aumenta la inflamabilidad de los bosques y la vegetación, es decir, la capacidad de estos lugares para encenderse y propagar el fuego en caso de que haya un incendio. 

¿Cómo afectan los incendios a nuestra salud?

Tradicionalmente, los gobiernos que querían poner en marcha políticas para cuidar la calidad del aire de sus ciudades, centraban su atención en las principales fuentes de contaminación urbanas: el transporte, la basura, la energía… Sin embargo, en los últimos años, estos mismos gobiernos se enfrentan a un nuevo obstáculo: los incendios.

Según un estudio publicado en 2023 en la revista Nature, el humo de los incendios forestales ha borrado aproximadamente el 25% de las mejoras en la calidad del aire que Estados Unidos ha conseguido en las últimas décadas. Algunos de los estados más afectados por este retroceso son California, Washington y Oregón.

Los incendios, cada vez más frecuentes e intensos, liberan enormes cantidades de partículas contaminantes en el aire, afectando no solo a las zonas donde ocurren, sino también a las ciudades cercanas e incluso a regiones a cientos de kilómetros de distancia. Esto tiene un impacto directo en la salud de las personas. 

Por ejemplo, las partículas PM2.5, muy pequeñas y contaminantes, pueden penetrar en nuestro cuerpo si las respiramos y provocarnos problemas de salud graves: enfermedades respiratorias como el asma y la bronquitis crónica, así como enfermedades cardiovasculares, como hipertensión, infartos y accidentes cerebrovasculares.