Primo de Rivera es exhumado del Valle de Cuelgamuros

La Ley de Memoria Democrática prohíbe que las figuras franquistas ocupen un lugar destacado en el mausoleo de la basílica

Los restos del político fascista José Antonio Primo de Rivera (1903-1936), fundador de la Falange Española, serán exhumados del Valle de Cuelgamuros, un monumento religioso a las afueras de Madrid que durante décadas ha representado un símbolo de la dictadura franquista (1939-1975).

Primo de Rivera impulsó el movimiento fascista en España a principios del siglo XX y murió fusilado por el bando republicano al inicio de la Guerra Civil (1936-1939). El militar se convirtió en una figura venerada por el franquismo y, en 1959, el dictador Francisco Franco ordenó trasladar sus restos al Valle de los Caídos (como se conocía anteriormente el Valle de Cuelgamuros). Su tumba ocupaba un lugar privilegiado en el centro de la basílica. 

La exhumación forma parte de las actuaciones de la nueva Ley de Memoria Democrática, aprobada en 2022, que establece que aquellos restos de figuras franquistas que ocupan un lugar preeminente en el Valle deben ser reubicados. El Gobierno ya exhumó al dictador Francisco Franco de este lugar en 2019 y anunció su intención de hacer lo mismo con el fundador de la Falange.

De acuerdo con la misma ley, Primo de Rivera se considera una víctima de la Guerra Civil porque fue fusilado. En ese sentido, a diferencia de Franco, podía seguir enterrado en la basílica pero en un lugar menos destacado. El Gobierno ofreció esta posibilidad a la familia, pero los descendientes de Primo de Rivera han decidido trasladarlo al cementerio madrileño de San Isidro.

José Antonio Primo de Rivera (1903-1936) fue un abogado y político español, hijo del dictador Miguel Primo de Rivera. En 1933 fundó la Falange Española, un partido político que nació con la intención de convertirse en la representación del fascismo en España, inspirado por las ideas fascistas de Mussolini y Hitler. Algunos lo consideran el ideólogo de la dictadura que posteriormente lideró Franco. 

Durante los primeros meses de la Guerra Civil, fue juzgado por un delito de rebelión militar contra el Gobierno de la Segunda República y condenado a pena de muerte. El 20 de noviembre de 1936 fue fusilado en la cárcel republicana de Alicante. El régimen de Franco idealizó su figura y lo convirtió en un icono al servicio de la propaganda franquista. 

La memoria tras el horror

Durante la primera mitad del siglo XX, algunos países de Europa estuvieron gobernados por regímenes totalitarios. Fue el caso de Italia, donde el fascismo liderado por Benito Mussolini gobernó el país entre 1922 y 1943. También de Alemania, donde el régimen nazi de Adolf Hitler gobernó entre 1933 y 1945. España, por su parte, estuvo gobernada por Francisco Franco desde 1939 hasta 1975.

Estos gobiernos totalitarios se caracterizaron por violar de forma sistemática y reiterada los derechos humanos y la libertad del individuo, además de aplicar la represión política y social, la censura y la violencia institucional. Muchas personas murieron como consecuencia de esta persecución política.

Tras la caída de estos regímenes, los nuevos gobiernos democráticos tenían una responsabilidad: analizar críticamente la dictadura y los crímenes cometidos durante aquellos años. Esto es lo que se conoce como memoria histórica, que recoge aquellas leyes e iniciativas que se llevan a cabo para recordar ciertos acontecimientos históricos. 

Sin embargo, este proceso de memoria ha sido diferente en cada territorio. En Alemania el uso de símbolos nazis se prohibió en 1949, poco después de la derrota alemana en la Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En este país está prohibido exhibir esvásticas (símbolo del nazismo), hacer el saludo nazi y revindicar la figura de Hitler, conductas castigadas con la cárcel.

En Italia no existe una ley de memoria como tal. No obstante, la Ley Mancino aprobada en 1993 castiga gestos, acciones y lemas relacionados con la ideología nazi-fascista. Esta norma también trata de evitar la incitación a la violencia y la discriminación por motivos raciales y religiosos.

Por su parte, en España han tenido que pasar varios años para poder equipararse a estos países. La nueva Ley de Memoria Democrática, aprobada en 2022 en sustitución de la anterior Ley de Memoria Histórica de 2007, pretende llevar a cabo diferentes acciones para recordar lo ocurrido y dignificar a las víctimas del conflicto. 

Por primera vez, esta ley declara ilegal el régimen franquista. El Estado se compromete a buscar a los desaparecidos; retirar todos los símbolos de la vía pública que ensalcen el régimen franquista, como escudos o placas, y pretende dar un nuevo significado al Valle de los Caídos, entre otras acciones.

Un cementerio civil en Cuelgamuros

El Valle de Cuelgamuros (conocido como Valle de los Caídos antes de la nueva Ley de Memoria) es un conjunto monumental ubicado en San Lorenzo del Escorial (Madrid) y construido entre 1940 y 1959 por orden del régimen de Franco. El objetivo era crear un espacio en el que conmemorar la victoria franquista en la Guerra Civil. 

Este mausoleo está considerado uno de los mayores exponentes de la arquitectura franquista. El Valle está formado por una basílica católica, una abadía y una cruz de 150 metros de altura. Para su construcción se utilizó a obreros libres contratados, pero también a presos políticos que eran forzados a trabajar allí.

A partir de 1959, los restos de combatientes de ambos bandos fueron trasladados al Valle: hay más de 33.000 personas enterradas en este lugar, según los datos oficiales, aunque muchas fueron trasladadas sin el conocimiento de la familia. La nueva Ley de Memoria Histórica prevé convertir el Valle en un cementerio civil y darle un nuevo significado como monumento a la memoria. 

Durante años, el Valle de los Caídos reunió a grupos de extrema derecha que ensalzaban las tumbas de Franco y Primo de Rivera, enterrados en la basílica. Sin embargo, la Ley del 2007 prohibió la exaltación de estas figuras y la nueva Ley dictaminó que los restos que ocupaban un lugar privilegiado serían reubicados. 

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