El descarrilamiento de un tren con productos químicos muy contaminantes genera dudas sobre un posible desastre medioambiental en Estados Unidos
Un tren de mercancías descarriló el pasado 3 de febrero por la noche en las afueras de East Palestine, un pequeño pueblo de 5.000 habitantes en Ohio (noreste de Estados Unidos). El descarrilamiento provocó una explosión y el incendio se mantuvo activo durante dos días, hasta que las autoridades pudieron controlarlo.
El convoy llevaba 150 vagones, 20 de los cuales transportaban productos químicos peligrosos. Algunos de estos productos son altamente tóxicos, por lo que la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA, por las siglas en inglés) intervino para evaluar los daños y el riesgo de contaminación. Por su parte, las autoridades de Ohio declararon el estado de emergencia y ordenaron la evacuación de las viviendas más cercanas al accidente.
Uno de los materiales más peligrosos que se encontraban en el tren es el cloruro de vinilo, un gas que se utiliza para fabricar plástico PVC. Respirar este gas puede provocar problemas de salud más o menos graves en función de la cantidad y el tiempo de exposición: desde daños en el sistema inmunológico y órganos internos hasta la muerte, en los casos más extremos. También está relacionado con el cáncer de hígado y otros tipos de cáncer.
Por otro lado, se trata de un gas muy inflamable. Los vagones descarrilados suponían un riesgo de explosión, por eso la EPA planeó una quema controlada para liberar los productos químicos. Una vez terminado el proceso, los residentes pudieron volver a sus casas.
El problema es que quemar cloruro de vinilo libera otros gases que también son perjudiciales para la salud, como el cloruro de hidrógeno y el fosgeno. Estos gases pueden irritar la piel, los ojos y la garganta, además de provocar vómitos y dificultades para respirar.
La EPA asegura que actuó de acuerdo con los protocolos de emergencia y que realizó controles antes y después de la quema para analizar la presencia de elementos contaminantes en el aire: todos los niveles se consideraron “no preocupantes”. Sin embargo, la población de East Palestine y otros pueblos de la zona temen que el accidente pueda tener consecuencias sobre su salud.
Impacto en el medio ambiente
El descarrilamiento del tren también ha tenido efectos sobre el entorno natural. Los vagones y contenedores accidentados vertieron productos químicos y combustible que se acumularon en el suelo y llegaron hasta varios arroyos y ríos cercanos.
Las autoridades instalaron barreras y diques de contención para interrumpir el derrame y recoger los productos químicos. Además de contaminar el agua, estos materiales también pueden perjudicar las especies animales y vegetales que habitan en el ecosistema acuático.
La contaminación de ríos es muy difícil de controlar porque el curso del agua no se detiene y no se sabe hasta dónde pueden llegar los productos contaminantes ni en qué concentración. En ese sentido, la contaminación podría extenderse a otros estados por donde también pasa el río Ohio, uno de los mayores ríos de Estados Unidos.
Lo mismo sucede con los materiales filtrados en el subsuelo, que pueden contaminar los acuíferos y las tierras de cultivo. Las autoridades deberán seguir tomando muestras para evaluar la calidad del agua y ver si las poblaciones de especies autóctonas han quedado afectadas de alguna forma.
Teorías de la conspiración
El accidente con el tren de Ohio también ha provocado cierta polémica en las redes sociales. Algunos usuarios consideran que el incidente no ha recibido toda la atención mediática que debería, teniendo en cuenta la peligrosidad de los materiales contaminantes y los posibles daños medioambientales.
Según estas teorías, el gobierno está utilizando otros temas de actualidad, como los globos espías de China y otros objetos voladores en el cielo de Estados Unidos, para desviar la atención. En ese sentido, los efectes ambientales y sobre la salud pública serían mucho más graves de lo que ha publicado la EPA y las autoridades oficiales.
Por otro lado, la detención de un periodista que estaba informando sobre los hechos también ha avivado la idea del apagón informativo impuesto por las autoridades. Evan Lambert, del canal de televisión NewsStation, fue detenido por la policía local mientras realizaba un reportaje en directo desde East Palestine.
Los agentes le informaron de que el gobernador de Ohio estaba dando una rueda de prensa sobre el suceso y por eso le pedían que interrumpiera la emisión. El Comité para la Protección de los Periodistas ha denunciado los hechos y ha pedido que se retiren todos los cargos.
El descarrilamiento también ha llamado la atención por las similitudes con White Noise (2022), una película sobre el descarrilamiento de un tren que provoca una nube tóxica y la huida en masa de la población. La producción fue grabada hace apenas un año en Ohio, cerca del lugar del accidente en East Palestine.