Raquel Santos, nueva profesora del centro, cuenta su experiencia siendo docente con el alumnado a través de los años
Celia Laguna, Jara Valencia, Pablo Dios, Sara Sánchez
¿En qué trabajabas antes de venir a este centro? En caso de que también fueses profesora, ¿en qué otro colegio?
Era profesora de otro colegio concertado, de francés y de lengua. El colegio era el Santa María de las Rozas.
¿Cómo llegaste a estudiar filología francesa? ¿Dónde lo estudiaste?
Antiguamente en educación primaria se estudiaba francés, entonces me gustó tanto que lo cogí de primer idioma en el instituto. Estudié en la UAM.
¿Has socializado o conectado con otros profesores del centro?
Sí, desde el principio.
¿Te sientes cómoda trabajando en este colegio?
Sí, mucho, estoy muy a gusto.
¿Qué querías ser de mayor, cuándo eras pequeña? ¿Tenías claro que querías ser profesora?
En quinto de primaria ya decidí que quería estudiar francés y ser profesora. Muchos niños decían que querían ser futbolistas o cantantes, pero yo no quería nada de eso, yo además era muy tímida.
¿Crees que podrías ser una buena tutora de alguna clase? ¿Te gustaría serlo?
Ya lo he sido anteriormente, pero no quiero ser tutora ahora porque conlleva mucha responsabilidad. Nunca he sido tutora salvo el año pasado en 2º ESO.
¿Si no fueras profesora a qué te dedicarías?
¡Uy, madre! A mí es que me encanta ser profesora porque me encanta enseñar, pero si no sería traductora simultánea. Además, ya he hecho algún trabajo como traductora.
Muchos piensan que tu estilo es icónico ¿Algo que comentar al respecto?
Me encanta ir conjuntada si es posible, me encanta ir a la moda. Me gusta ir bien vestida, llevar gorros, boinas… María José (otra profesora del centro) un día me dijo: “¡Wow, me encanta tu estilo!”. También, me gustan mucho los colores rojo y azul, y me encanta ir conjuntada con la bandera francesa.
¿Con cuántos años empezaste a dedicarte al francés? ¿Y a trabajar generalmente?
A los 24 años ya trabajaba en una empresa de teleasistencia en carretera, y yo me encargaba de los hablantes franceses que tenían averías; hablando todo en francés. Tampoco he trabajado durante la carrera porque mis padres no me dejaban, me dijeron que primero la terminara. Como otros trabajos, he trabajado en Kiabi que es una tienda francesa de ropa, y también en una tienda de exportación de vehículos que se vendían a Francia. Me llamaban y yo detallaba toda la información de los coches en francés. Todos mis trabajos tienen algo que ver con el francés.
¿Cómo ha sido tu experiencia en los estudios?
En primaria, muy bien. Cuando empezó el instituto, muy mal porque me veía saturada; aunque luego lo recuperé. Después de eso muy bien, y cuando empecé en la facultad también me resultó difícil, pero como me prestaban apuntes me resultó más fácil y conseguí aprobar.
¿Algún consejo para tus alumnos?
El mismo consejo que le doy a mis hijos: si quieren conseguir el trabajo que ellos quieren, se tienen que esforzar muchísimo.
¿Crees que aparte del francés tienes algún otro don o afición?
Tengo una afición: el cine. Me encanta, sobre todo, el cine francés, pero ahora no voy porque tengo mucho trabajo. Mi película favorita es La vie en rose, aunque tengo varias favoritas porque tenía un videoclub con mi marido. Trata de la vida de la cantante Edith Piaf, que tuvo mucho éxito. Pero de tanto éxito, la gente se acercaba a ella y pues al final acabó muy mal; murió de drogas.
¿Cuál es el profesor con el que mejor te llevas?
Probablemente María José, somos de la misma edad. Tenemos las mismas ideas y conectamos mucho.
¿Has pillado a algún alumno incumpliendo las normas severamente?
Aquí sí, he pillado a una persona que estaba haciendo un examen y me di cuenta de que sacaba el cuaderno y le daba la vuelta para copiar, y digo: ¿perdona?; porque es que lo hizo de una manera muy descarada. También he visto cómo en un estuche tenían chuletas. En otros colegios tuve algunos alumnos que se portaban muy mal y se metían con otros, en fin…
¿Te sigue gustando tu trabajo tanto como al principio?
Me gusta mi trabajo, pero las circunstancias son distintas. El alumnado ha cambiado y estoy un poco desilusionada con él.
¿Tienes algún sueño frustrado, relacionado con tu profesión?
Voy de cole en cole, por lo que mi sueño es quedarme en un cole de por vida. Me intenté sacar las oposiciones para un colegio público y las aprobé, pero no quiero volver a un colegio público porque lo pasé muy mal. En ese colegio me hicieron una fogata en clase, parecía que su oficio era molestar a los profesores, también me pincharon las ruedas del coche y me pusieron un chicle en la cabeza. Me tuve que cortar el pelo muy cortito. Estaba en un barrio bastante problemático, había drogas y peleas muchas veces y la situación era tan difícil que me fui, y eso que me pagaban muy bien.
Cuando estuve allí fue para sustituir a una persona con depresión y cuando me fui la que tenía depresión era yo. Los alumnos me provocaban ansiedad y me quitaron las ganas de ser profesora, tuve que ir a terapia y al ser mi primera experiencia como profesora no quería volver a serlo. Al final me fui y no di clase durante un año, aunque decidí darle otra oportunidad a la enseñanza y volví a dar clases.
Por eso, lo que quiero ahora es tener una plaza fija en algún colegio concertado.