Aplicaciones como TikTok o YouTube pueden detectar la desinformación y contribuir a difundir noticias falsas
Los algoritmos de TikTok y Facebook no son capaces de detectar bulos e información falsa. Solo YouTube sí que detecta estos anuncios engañosos e incluso puede suspender los canales donde se emiten.
Son las conclusiones de un estudio llevado a cabo por la ONG Global Witness y el equipo de Ciberseguridad para la Democracia (C4D) de la Universidad de Nueva York Tandon, que estudió el rol de las redes sociales en el marco de las elecciones de mitad mandato en Estados Unidos, celebradas en Estados Unidos el pasado mes de noviembre.
El equipo de investigación publicó varios anuncios sobre las elecciones con datos erróneos, como la fecha equivocada o mensajes que cuestionaban la validez de las elecciones. El objetivo era analizar hasta qué punto se cumplen las políticas de desinformación, que supuestamente deben detectar y eliminar contenidos falsos.
Información falsa en Tik Tok
TikTok es la plataforma de moda entre la Generación Z, pero suspende a la hora actuar contra la desinformación. En principio, los anuncios y campañas electorales están prohibidos en TikTok, pero la aplicación aprobó un 90% de los anuncios que contenían información falsa o bulos sobre las elecciones.
Los resultados de Facebook eran un poco mejores, aunque esta red social tampoco conseguía detectar y eliminar todos los contenidos falsos. Por otro lado, la plataforma de vídeos YouTube obtuvo la mejor puntuación: detectando los anuncios sospechosos y suspendiendo los canales donde se difundían.
No obstante, el estudio también señala que los filtros de YouTube no funcionan igual en todos los países. En Brasil, la desinformación en campaña electoral es muy habitual. El actual presidente, Jair Bolsonaro, incluso fue investigado por crear una red de noticias falsas para ganar las elecciones.
La mayoría de estas aplicaciones elaboran sus propios filtros y normas sobre contenidos políticos, con el objetivo de que las informaciones sean veraces y respeten todas las opiniones políticas. Sin embargo, en la práctica, la desinformación política acaba inundando las redes sociales.
Desinformación en las elecciones de Estados Unidos
La desinformación y las fake news estuvieron muy presentes en las elecciones presidenciales de 2020, cuando el expresidente Donald Trump (Partido Republicano) perdió las elecciones contra Joe Biden (Partido Demócrata).
Trump invirtió gran parte de su mandato (2016-2020) en desacreditar a los medios de comunicación y acusarlos de divulgar noticias falsas para perjudicarle. Su equipo de gobierno incluso desarrolló el concepto de “hechos alternativos” para defender su versión de los hechos, que a menudo se basaba en informaciones tergiversadas o incluso mentiras.
Internet y las redes sociales se han convertido en el gran canal de difusión para la desinformación. Millones de perfiles publican información sin contrastar y dan alas a teorías de la conspiración que no cuentan con ningún tipo de prueba pero que, en cambio, se comparten millones de veces. Es lo que sucedió con el movimiento QAnon, que promovió el asalto al Capitolio en enero de 2021.
El fenómeno de la desinformación es muy peligroso porque puede limitar nuestros derechos y libertades. A menudo, estos contenidos cuestionan la legitimidad de las elecciones o, lo que es lo mismo: ponen en duda que votar sirva de algo. De esta forma, evitan que podamos influir en el gobierno de nuestra ciudad, región o país.
Por eso es tan importante ser críticos a la hora de leer noticias y consumir contenidos en internet, para ser conscientes de cuáles son nuestros derechos y ¡evitar que nos engañen!