El Partido Comunista de Cuba impulsa el relevo generacional y la familia Castro se aparta de la cúpula de poder
El Partido Comunista de Cuba (PCC), el único partido legal en la isla, ha celebrado su VIII Congreso para renovar sus cargos y decidir las nuevas estrategias políticas del gobierno. El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, fue nombrado también el nuevo primer secretario del PCC, el cargo político de mayor relevancia en Cuba.
Díaz-Canel sustituirá a Raúl Castro, que en junio cumplirá 90 años y ha ocupado el cargo de primer secretario desde la muerte de su hermano Fidel Castro en 2016. Fidel lideró la Revolución Cubana en 1959 y, desde entonces, Cuba ha estado siempre gobernada por el castrismo.
El relevo político en Cuba empezó en abril de 2018, cuando Miguel Díaz-Canel fue elegido presidente de Cuba. Por aquel entonces ya se consideró un cambio histórico porque, por primera vez, el presidente del país no pertenecía a la familia Castro. Ahora, por primera vez en 60 años, tampoco habrá ningún Castro en la cúpula del poder cubano.
El relevo generacional era uno de los objetivos del Congreso, ya que gran parte de los dirigentes del partido pertenecen a la época de la Revolución. Las nuevas reglas establecen límites de edad para los cargos directivos del Partido Comunista: tener un máximo de 60 años para entrar en el Comité Central del PCC y 70 años para los puestos de dirección.
Sin embargo, la disidencia, que es como se conoce a los opositores del castrismo, denuncian que el cambio en los cargos del PCC no suponen un cambio real en las políticas ni tampoco en el régimen comunista de la familia Castro, que se ha perpetuado en el poder.
La población cubana sufre una crisis económica y escasez de alimentos provocada por la falta de recursos y el embargo de Estados Unidos, que desde hace años impide la llegada de productos básicos a la isla. Esta situación se ha agravado con la covid-19.
Por un lado, las autoridades cubanas niegan la situación de escasez y culpan al gobierno de Estados Unidos de las dificultades económicas. Por el otro, la oposición denuncia la represión y censura del gobierno, que actúa de forma contundente para acallar las voces críticas.
El Congreso del PCC se celebró a puerta cerrada y sin acceso de medios extranjeros, una muestra del control que el régimen cubano ejerce sobre la publicación de información.
Cuba y Estados Unidos: una relación difícil
Durante décadas, el gobierno comunista ha garantizado el acceso gratuito a servicios básicos como la salud o la educación para toda la población cubana. No obstante, la difícil situación económica en la isla también se debe a la mala gestión de los dirigentes del Partido Comunista, que a menudo han sido acusados de corrupción.
Miles de personas han emigrado de Cuba en los últimos años en busca de una vida mejor. Por proximidad, la mayoría se instalan en Estados Unidos, donde existe una gran comunidad cubana que se opone al régimen castrista.
La otra causa que perjudica el desarrollo de Cuba es el embargo económico impuesto tras la Revolución de 1959. Fidel Castro consiguió echar del país a los dirigentes cubanos controlados por el gobierno norteamericano e impuso un sistema comunista, totalmente opuesto al sistema capitalista de Estados Unidos.
El enfrentamiento entre Cuba y Estados Unidos se ha mantenido desde entonces, aunque en diferentes grados dependiendo de quién fuera el presidente en la Casa Blanca. A diferencia del expresidente Donald Trump, que aumentó las sanciones al gobierno cubano durante su mandato, se espera que con el nuevo presidente, Joe Biden, mejoren las relaciones y puedan alcanzar nuevos acuerdos.
La Revolución Cubana
Cristóbal Colón llegó a las playas de Cuba en octubre de 1492. La isla fue colonia española durante cuatro siglos hasta que, en 1895, algunos municipios cubanos se rebelaron contra los españoles. Tras varios años de enfrentamientos, ganaron la guerra y consiguieron la independencia en 1898.
La victoria de Cuba fue posible gracias a la intervención de Estados Unidos, pero no fue una ayuda desinteresada: los estadounidenses querían utilizar la isla como lugar estratégico para sus negocios en América del Sur. Para conseguirlo, colocaron en el poder al dictador Fulgencio Batista, que dirigía un gobierno corrupto y represivo y utilizaba el ejército para eliminar a los opositores.
Ese fue el origen de la revolución. Entre diciembre de 1956 y enero de 1959, Fidel Castro y un grupo de guerrilleros lucharon por toda la isla para echar al régimen de Batista. El 1 de enero Fidel Castro proclamó el triunfo de la revolución y el 8 de enero, el ejército de rebeldes entró en La Habana y tomó el mando del gobierno y las instituciones.
Era el nacimiento de un nuevo estado comunista y de la figura de Fidel Castro, un gobernante polémico que dirigió el país con mano de hierro y se mantuvo 50 años en el poder.