12 abril 2025
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12 abril 2025

Riñón, hígado y cerebro: los órganos donde se acumulan más microplásticos

Un estudio publicado en la revista ‘Nature Medicine’ revela que nuestro organismo acumula cada vez más elementos contaminantes

Los plásticos están presentes en nuestro día a día: desde los envases donde guardamos la comida, hasta la ropa con la que nos vestimos y los dispositivos electrónicos que utilizamos. Desde hace unos años, la ciencia alerta que los plásticos más pequeños, conocidos como microplásticos, plantean riesgos para el medioambiente, pero también para nuestra salud.

Los microplásticos son partículas diminutas de un tamaño no superior a cinco milímetros. Algunos son diseñados así de pequeños para utilizarlos directamente en productos como exfoliantes y cosméticos. En otras ocasiones, estos se forman a través de la descomposición de plásticos más grandes (bolsas y envases) o del desgaste de materiales sintéticos (neumáticos, prendas textiles…).

Ahora un grupo de científicos de la Universidad de Nuevo México (Albuquerque) ha investigado cómo afectan estos plásticos tan pequeños a nuestro organismo. Para ello, tomaron muestras extraídas de cadáveres, de personas comprendidas entre los 34 y los 52 años, fallecidas entre 2016 y 2024. 

Los resultados de la investigación han sido publicados en la revista Nature Medicine, y revelan que los microplásticos se están acumulando en nuestro organismo

Los órganos en los que han encontrado mayor concentración de microplásticos son el riñón, el hígado y el cerebro (en este encontraron de siete a 30 veces más micropartículas). Además, han descubierto que la concentración de microplásticos en los cerebros de personas que habían padecido demencia era mayor que en aquellos que no habían tenido esta enfermedad.

¿Cómo llegan los microplásticos a nuestro cuerpo?

En los últimos diez años, las personas hemos producido más plástico que en toda la historia de la humanidad. Son los datos recopilados por Greenpeace, organización que alerta que gran parte de estos residuos se descomponen en microplásticos y terminan en los mares y océanos.

El principal problema de esas partículas de plástico es que son tan pequeñas que pueden ser transportadas por el viento y el agua a todo tipo de lugares con gran facilidad. Así, los microplásticos se introducen en el organismo de animales marinos como peces y crustáceos, y entran en la cadena alimentaria hasta llegar a las personas.

No es la única vía por la que estos residuos pequeños llegan a nuestro cuerpo. Según un informe de la ONU, las personas inhalan microplásticos a través del aire, los consumen a través del agua, y hasta los absorben a través de la piel. A la semana, las personas podemos ingerir unos 5 gramos de plástico, lo que equivale al peso de una tarjeta de crédito.

Una vez dentro del cuerpo, los microplásticos pueden liberar aditivos y sustancias químicas tóxicas, lo que supone un riesgo para nuestra salud. Entre otros problemas, pueden provocar alteraciones de la genética humana, el desarrollo cerebral y la frecuencia respiratoria, según alerta el Programa de la ONU para el Medio Ambiente (UNEP) en un reportaje.

Por otro lado, los plásticos también pueden liberar disruptores endocrinos, unas sustancias químicas que afectan al sistema hormonal del cuerpo. Algunos materiales presentes en envases y botellas de plástico pueden desprenderse poco a poco (por ejemplo, cuando se exponen al calor), contaminando los alimentos y bebidas que consumimos. Una vez en el organismo, estos compuestos pueden alterar nuestro equilibrio hormonal y provocarnos problemas de salud como trastornos del desarrollo o infertilidad.

¿De qué manera te afecta esta noticia?

El plástico está tan presente en nuestras vidas que, en muchas ocasiones, pasamos por alto el impacto que puede tener; no solo en nuestro planeta, sino en la propia salud de las personas. Saber que los microplásticos están llegando a nuestro organismo y que esto puede provocarnos problemas de salud, puede ayudarnos a tomar decisiones diferentes en nuestro día a día.

Por ejemplo, podemos reducir el uso de plásticos de un solo uso, como las botellas, bolsas y envases de plástico. Organizaciones dedicadas a promover el consumo responsable, como Rezero, llevan años animando a la población a utilizar alternativas reutilizables: bolsas de tela, botellas de acero inoxidable, envases de vidrio…

Lo mismo pasa con las compresas y tampones. Existen alternativas como la copa menstrual o las compresas de tela que reducen la cantidad de residuos plásticos y son más económicas a largo plazo, ya que se pueden reutilizar. Además, son una opción más saludable, al evitar los productos químicos que están presentes en muchos productos desechables.

El ABC de la noticia

Microplásticos: partículas de plástico de menos de 5 milímetros que se encuentran en el agua, los alimentos y el aire, y pueden afectar la salud y el medioambiente.

Demencia: enfermedad que provoca la pérdida de memoria y otras habilidades cognitivas, dificultando la vida diaria de una persona.

Cadena alimentaria: proceso en el que los seres vivos se alimentan unos de otros, transmitiendo energía y nutrientes a lo largo del ecosistema.

Sistema hormonal: conjunto de glándulas y sustancias químicas llamadas hormonas que regulan funciones de nuestro cuerpo como el crecimiento, la digestión o el estado de ánimo.

¡Verifica que lo has entendido!

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