La arquitectura combina el arte y la técnica para crear entornos habitables y funcionales que mejoren la calidad de vida de las personas
La Unión Internacional de Arquitectos (UIA), organización que representa a la comunidad internacional de arquitectos, decidió declarar el primer lunes de octubre como el Día Mundial de la Arquitectura. El objetivo es promover el reconocimiento y valoración de la arquitectura como una disciplina artística y técnica fundamental en la sociedad.
La arquitectura se preocupa por crear espacios que satisfagan las necesidades humanas: hablamos de viviendas, pero también de escuelas, hospitales, estaciones, aeropuertos, tiendas, centros comerciales… Los arquitectos se aseguran de que los edificios sean seguros para sus ocupantes y resistan el paso del tiempo.
De esta manera, la arquitectura tiene una gran influencia en la vida cotidiana de las personas. Los edificios y espacios públicos se diseñan para mejorar su calidad de vida, prestando atención en aspectos como la calidad del aire, la iluminación natural, la temperatura interior o la gestión del ruido.
Un aspecto clave de las creaciones arquitectónicas es que deben garantizar la accesibilidad de todas las personas independientemente de sus capacidades físicas, promoviendo la inclusión y la igualdad de oportunidades. Pensemos por ejemplo en aquellos que necesitan una silla de ruedas para desplazarse: los edificios deben incorporar rampas o ascensores para superar barreras arquitectónicas, como escaleras.
Pero la arquitectura no solo tiene un objetivo funcional, sino también artístico. Los arquitectos se preocupan de la estética y la belleza de los entornos construidos. Los edificios y espacios arquitectónicos pueden reflejar la identidad y la cultura de una comunidad, servir de inspiración creativa y atraer el turismo.
Además, el diseño arquitectónico puede ser un factor clave para que las ciudades no solo sean estéticamente bonitas, sino también sostenibles. En los últimos años, cada vez más arquitectos buscan diseñar edificios que sean respetuosos con el medio ambiente.
Arquitectura sostenible
La arquitectura sostenible surge a finales del siglo XX como respuesta a la creciente preocupación por el agotamiento de recursos naturales, el cambio climático y la necesidad de reducir el impacto ambiental de la construcción y el uso de edificios.
Para crear edificios respetuosos con el planeta se utilizan diferentes técnicas dirigidas a maximizar la eficiencia en el uso de los recursos naturales. Los edificios sostenibles se diseñan prestando especial atención a la orientación del edificio, para así aprovechar la luz solar y la ventilación natural.
Cada vez se utilizan más tecnologías de energía renovable, como paneles solares y sistemas de energía eólica, así como sistemas de gestión de agua eficientes. Por ejemplo, mecanismos de recogida de agua de lluvia para utilizarla posteriormente en el riego de los jardines comunitarios o en los inodoros cuando tiramos de la cisterna.
También es importante la elección de materiales sostenibles, como pueden ser materiales reciclados o reciclables. Uno de los objetivos principales de la arquitectura sostenible es crear edificios que puedan perdurar y ser económicamente viables a lo largo del tiempo, reduciendo así la necesidad de tener que renovar y construir de nuevo.
En los últimos años se han vuelto muy populares las casas pasivas o Passivhaus, un concepto constructivo desarrollado en 1990 en Alemania. Estas construcciones están diseñadas para ser altamente eficientes energéticamente: son capaces de reducir hasta un 90% el consumo energético respecto a una casa normal.
Arquitectos contemporáneos
La arquitectura moderna surge entre finales del siglo XIX y principios del XX como resultado de la necesidad de diseñar edificios que destaquen más por su funcionalidad que por su estética. Este cambio vino marcado por el uso de nuevos materiales como el acero y el hormigón armado, y la aplicación de nuevas tecnologías.
Dentro de la arquitectura contemporánea encontramos multitud de expertos. Norman Foster es uno de esos arquitectos de renombre internacional. Su firma Foster + Partners cuenta con impresionantes obras en todo el mundo, como el Aeropuerto Internacional de Pekín o el Apple Park de Cupertino, en California.
Aunque falleció en 2016, Zaha Hadid sigue siendo una de las arquitectas contemporáneas más reconocidas. Fue la primera mujer en recibir el Premio Pritzker, el premio de arquitectura más prestigioso del mundo. Sus diseños futuristas y vanguardistas incluyen el Centro Heydar Aliyev de Azerbaiyán y el Centro Acuático de Londres.
Por su parte, Frank Owen Gehry es un arquitecto canadiense conocido por las peculiares formas de sus edificios, que tienen un estilo distintivo y escultórico. Es responsable de grandes obras de la historia de la arquitectura como el Museo Guggenheim de Bilbao y el Walt Disney Concert Hall.
Por último, recordamos a Kazuyo Sejima, arquitecta japonesa y cofundadora del estudio de arquitectura SANAA. Sus diseños suelen incorporar espacios fluidos y abiertos, lo que crea una sensación de continuidad en el interior. Ha diseñado edificios notables como el nuevo Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York.
Kazuyo Sejima (SANAA), es una arquitecta contemporánea japonesa reconocida por su estilo arquitectónico minimalista y discreto que evoca el habitar entre lo material y lo abstracto. pic.twitter.com/Kdzl6FRHdH
— Nerilyn Herrera (@nerilynherrera) September 23, 2023