El cuadro estuvo a punto de venderse por 1.500 euros en una subasta en 2021 porque no se sabía que había sido pintado por el maestro italiano del barroco
Desde el 28 de mayo y hasta el próximo mes de octubre, el Museo del Prado de Madrid expone un nuevo cuadro de Caravaggio con una historia sorprendente. La obra del pintor italiano estuvo a punto de venderse por 1.500 euros hace tres años. Hoy su valor podría rondar los 150 millones de euros. ¿Cómo ha llegado la pintura hasta el museo madrileño?
La historia empezó en abril de 2021, cuando en la casa de subastas Ansorena (Madrid), una pintura en óleo titulada La coronación de espinas fue atribuida a un discípulo de José de Ribera, pintor, dibujante y grabador español del siglo XVI. En un primer momento, el cuadro fue listado a un precio inicial de 1.500 euros.
Sin embargo, los expertos del Museo del Prado, uno de los museos más importantes de España, identificaron rápidamente en la obra características que sugerían que esta había sido pintada por el maestro italiano del barroco, Caravaggio. El museo alertó al Ministerio de Cultura del hallazgo y rápidamente el cuadro fue retirado de la subasta.
En apenas un mes, la obra fue declarada Bien de Interés Cultural (BIC), un título que sirve para reconocer y proteger el patrimonio histórico español. Tras diversos estudios, radiografías y comparativas, se ha podido confirmar que estamos ante un Ecce Homo pintado por Caravaggio.
El cuadro deja una lista de incógnitas: no se sabe quién lo encargó, ni dónde fue pintado o en qué fecha lo realizó el pintor italiano. Aún así, el Prado ha preparado una sala donde los expertos analizan las circunstancias del descubrimiento del lienzo y los aspectos estilísticos, técnicos e iconográficos, y revelan los detalles de su restauración.
El Ecce Homo es el quinto cuadro de Caravaggio que se puede ver en España. El Museo del Prado posee otro lienzo suyo, un David vencedor de Goliat de 1600. También en Madrid, el Museo de las Colecciones Reales expone Salomé con la cabeza del Bautista, y en el Museo Thyssen-Bornemisza se puede apreciar Santa Catalina de Alejandría. El último en territorio español está en la Abadía de Montserrat (Catalunya) y es un San Jerónimo penitente.
Caravaggio, pintor del barroco
Caravaggio, cuyo nombre completo es Michelangelo Merisi da Caravaggio, fue un pintor italiano del barroco, nacido en 1571 en Milán y fallecido en 1610 en Porto Ercole. Con solo 13 años, comenzó su aprendizaje con el pintor Simone Peterzano en Milán, donde aprendió las técnicas de la pintura renacentista. En 1592, se trasladó a Roma, donde empezó a trabajar en el taller de Giuseppe Cesari.
Su carrera despegó en 1595, cuando atrajo la atención del cardenal Francesco del Monte, que se convirtió en su mecenas. Comenzó a recibir encargos importantes, como las pinturas para la Capilla Contarelli en la iglesia de San Luis de los Franceses en Roma, que incluía La vocación de San Mateo y El martirio de San Mateo, dos de sus obras más relevantes.
Caravaggio es conocido por su estilo realista y dramático. A menudo representaba figuras religiosas con características humanas y emocionales intensas. También por el uso innovador del claroscuro, una técnica que contrasta fuertemente la luz y la sombra para añadir profundidad y drama a las composiciones.
El italiano influyó profundamente en la pintura barroca y en artistas posteriores. La pintura barroca es un estilo artístico que se desarrolló en Europa desde finales del siglo XVI hasta principios del XVIII. Surgió en Italia y se extendió por el continente, influenciando la pintura en otros países como España y Francia.
Otro de los artistas italianos reconocidos de la época del barroco es la pintora Artemisia Gentileschi. Mientras, en España, destacan nombres como Diego Velázquez, José de Ribera o Francisco de Zurbarán. El barroco se caracteriza por su dramatismo, su ornamentación exuberante y su capacidad para evocar emociones intensas.
Las obras de los museos
Existen diferentes métodos para que una pintura o una escultura llegue a ser expuesta en la sala de un museo.
Muchas veces, estas obras proceden de donaciones. Hablamos de coleccionistas privados, artistas, herederos o incluso fundaciones que tienen en posesión estas piezas y que deciden donarlas a los museos por el deseo de preservar y compartir el arte con el público, o para honrar la memoria del artista.
En otras ocasiones, las obras expuestas forman parte de intercambios culturales. Esto ocurre cuando dos o más museos se ponen de acuerdo para prestarse piezas artísticas. En estos casos, aunque el museo no posee la obra, tiene el derecho de exhibirla durante un período prolongado.
Algunas obras de arte, especialmente en el caso de piezas arqueológicas, llegan a los museos a través de excavaciones y hallazgos arqueológicos. Estas piezas a menudo se entregan a los museos para su conservación y exhibición.
También están las subastas. Algunos museos participan en este método de compra-venta, donde pueden pujar por obras de arte. En una subasta, los interesados compiten entre sí haciendo ofertas crecientes, y el artículo se vende a aquel que ofrece el precio más alto.
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