Se cumplen 100 años de la publicación de ‘Ulises’, la gran novela de James Joyce que revolucionó la literatura moderna
Elisa Pont
El escritor irlandés James Joyce (1882-1941) es el autor de Ulises, una extensa novela que cuenta las peripecias de su protagonista, Leopold Bloom, durante un único día en la ciudad de Dublín. Está considerada una de las mejores novelas escritas en el siglo XX y es todo un reto literario por su gran complejidad y extensión: tiene 18 capítulos y casi 1.000 páginas, dependiendo de la edición.
Joyce tardó 7 años en escribir Ulises, que finalmente se publicó el 2 de febrero de 1922, el mismo día en que el escritor cumplía 40 años. La elección de la fecha no es casual ya que, según contaban sus amistades y también su pareja, Nora Barnacle, el escritor era muy supersticioso. Tanto es así que se negó a que Ulises se publicase un año antes, en 1921, ya que la suma de sus cifras da como resultado 13, que se considera el número de la mala suerte.
En aquel momento, Joyce ya había publicado otros dos libros: Dublineses (1915), una recopilación de 15 relatos cortos que retrataban la vida de la clase media y baja de Irlanda, con un tono irónico; y Retrato del artista adolescente (1916), una novela semiautobiográfica que primero se publicó por entregas en la revista The Egoist.
Antes de que Ulises se publicara en formato libro, algunos capítulos ya se habían difundido en diferentes revistas literarias. Sus primeros lectores y algunos críticos literarios rápidamente se dividieron en dos grupos: había quienes pensaban que era una obra maestra y otros que, por el contrario, pensaban que el texto era incomprensible y un verdadero despropósito.
En este contexto, ninguna editorial se atrevía a publicar la novela por miedo a recibir críticas, por lo que Joyce acabó recurriendo a una amiga suya, Silvia Beach. Ella era la dueña de Shakespeare and Company, una pequeña librería de París que durante décadas fue el lugar de encuentro de escritores e intelectuales como Ernest Hemingway, Gertrude Stein o Ezra Pound.
El primer ejemplar del Ulises de Joyce se conserva todavía hoy y está expuesto en el Museo de Literatura de Irlanda, en Dublín.
‘Ulises’: un paseo de 18 horas
Ulises es una novela que narra las aventuras y desencuentros de su protagonista, Leopold Bloom, durante un paseo de 18 horas por la ciudad de Dublín. Toda la acción transcurre durante un único día: el 16 de junio de 1904. Joyce escogió esta fecha porque fue el día en el que tuvo su primera cita con Nora Barnacle, quien se convertiría en su esposa y madre de sus dos hijos.
A lo largo de ese día, Bloom irá encontrándose con diferentes personajes y situaciones que le harán reflexionar sobre su relación con su esposa, Molly Bloom, la pérdida de su hijo, la relación con amigos, su pasado y sus expectativas de futuro… Es una novela un tanto caótica y desestructurada, de ahí que tras su publicación se añadiesen unos esquemas sobre la estructura para guiar al lector.
El título de Ulises alude al héroe protagonista de la Odisea, un poema épico escrito por Homero en la antigua Grecia, entre los siglos VIII y VII a.C. De hecho, existe todo un sistema de paralelismos entre el Ulises de Joyce y la Odisea de Homero. Cada episodio de Ulises tiene un título que se corresponde con alguno de los personajes de la Odisea, además de múltiples referencias a la mitología griega. Por ejemplo, Leopold Bloom se basa en el personaje de Odiseo, héroe mitológico; mientras que el personaje de Molly Bloom sería la reinterpretación de Penélope, la mujer de Odiseo.
La complejidad de la novela también se explica por los saltos temporales (del presente al pasado) y las distintas técnicas de escritura que emplea Joyce, pues cada capítulo tiene una estructura diferente. Es muy famoso el monólogo interior del capítulo 18 protagonizado por Molly Bloom, que cierra la novela. Se trata de una extensa reflexión escrita sin signos de puntuación, que tiene como objetivo explicar una historia a partir de los pensamientos que le van surgiendo de manera espontánea.
1922: la revolución de la literatura moderna
Hace exactamente un siglo se publicaron varios libros que marcaron un antes y un después en la literatura moderna. Entre ellos, la novela Ulises de James Joyce, el poemario La Tierra Baldía de T. S. Eliot y la novela El cuarto de Jacob, de Virginia Woolf, que también desarrolló la técnica narrativa del monólogo interior en sus obras.
El vanguardismo es un conjunto de movimientos artísticos y literarios que se desarrolló a principios del siglo XX en Occidente y que buscaba romper con la tradición académica y apostar por la innovación. Su nombre proviene de la expresión francesa avant-garde, que significa “el que va delante”.
En el ámbito literario, este movimiento se caracterizó por romper las reglas de la composición habitual de los textos. Por ejemplo, se alteraba la estructura tradicional de introducción, nudo y desenlace en los relatos y se otorgaba más presencia a la construcción interior de los personajes, además de experimentar con las voces narradoras.
Los escritores vanguardistas arriesgaban durante el proceso creativo y apostaban por textos más originales, con el objetivo de despertar nuevas emociones y reflexiones en el lector.
Bloomsday: tras los pasos de Ulises
Cada 16 de junio, la ciudad de Dublín se llena de actividades para celebrar el Bloomsday, una jornada de homenaje a James Joyce y a su obra de referencia: Ulises (1922). La iniciativa surgió de un grupo de escritores y figuras de la escena cultural irlandesa que organizaron la primera edición en 1954.
Desde entonces, cada año se celebra esta jornada festiva, a la que cada vez más se unen otras ciudades del mundo. Conferencias, bailes, desfiles, lecturas de pasajes del libro… ¡Los seguidores de Joyce hasta se visten de época para reconstruir los pasos de Leopold Bloom!
El festival Bloomsday sirve también para reivindicar la literatura irlandesa a través de otros autores originarios de la isla, como Samuel Beckett, Jonathan Swift, Bram Stocker u Oscar Wilde.