Por primera vez se trasplanta un intestino procedente de un donante en asistolia a una paciente menor de edad
Emma, un bebé de 13 meses, es la primera persona del mundo en recibir el trasplante de un intestino procedente de un paciente en paro cardiaco. El equipo médico del Hospital Universitario La Paz, un centro público de Madrid, ha realizado esta operación pionera después de tres años de investigación.
La salud de Emma era muy frágil. Cuando tenía un mes de vida, se le diagnosticó el síndrome del intestino corto, una enfermedad que dificulta la absorción de nutrientes de los alimentos. Las personas que sufren esta enfermedad no pueden comer como el resto (ingiriendo los alimentos por la boca), sino que deben suministrarles los nutrientes directamente en la sangre, a través de una vía.
La solución a la enfermedad de Emma pasaba por un trasplante de intestino, pero nunca se había hecho con esta técnica: la donación en asistolia. Tradicionalmente, el trasplante se hace cuando el corazón de la persona donante todavía late, aunque se le haya diagnosticado una muerte cerebral. En cambio, el proceso en asistolia se practica cuando el donante ya no tiene pulso. En este caso, el órgano extraído se conserva gracias a la inyección de sangre oxigenada, a la espera de poder trasplantarlo.
Los trasplantes en asistolia hace años que se practican. En cambio, no se había pensado nunca que fuera un método válido para el trasplante del intestino, un órgano complicado por sus características. Ahora, la investigación y los nuevos métodos de conservación han permitido dar un paso adelante.
El equipo médico del Hospital La Paz ha dejado pasar unos meses después de la operación antes de presentar los resultados, para asegurar que el nuevo órgano no generaba rechazo inmunológico y que todo el sistema digestivo funcionaba correctamente. El primer reto de Emma será dejar de alimentarse por vía intravenosa y empezar a comer de manera habitual.
El futuro de los trasplantes
El trasplante de intestino en asistolia es la última demostración de los adelantos de la medicina y, concretamente, del campo de los trasplantes. Pero, para llegar hasta aquí, los médicos han tenido que investigar y operar mucho.
En los últimos años, los trasplantes de órganos procedentes de animales han ganado importancia, pero esta técnica no es nueva. El primer xenotrasplante (trasplante de órganos entre diferentes especies) se realizó en 1964: se trasplantó el corazón de un chimpancé a un paciente terminal, que murió diez horas después de la operación.
Desde entonces se han practicado trasplantes con órganos de diferentes animales, sobre todo de cerdo, cuyos órganos son los más parecidos a los órganos humanos. El principal obstáculo de esta técnica es cómo superar el rechazo de los anticuerpos, además de generar varias dudas éticas y morales.
A principios de 2022, David Bennet, un hombre de 57 años con una enfermedad cardiovascular terminal, recibió el corazón de un cerdo modificado genéticamente para evitar el rechazo del cuerpo humano. Bennet murió dos meses después de la operación, pero se desconoce si fue a causa de la operación o por la presencia de un virus en el corazón trasplantado.
Otra de las innovaciones más recientes es el descubrimiento de la imlifidasa, un medicamento que ayuda a reducir el rechazo inmunológico y permite que el cuerpo acepte el nuevo órgano, sobre todo en el caso de los trasplantes de riñón.
El rechazo inmunológico es una de las principales causas de los trasplantes fallidos. Cuando nuestro sistema inmunitario detecta algún elemento que antes no estaba o que no acaba de encajar, activa los anticuerpos, que intentan eliminarlo. Este mecanismo es muy útil cuando nos infectamos con un virus como el de la covid, pero se convierte en una complicación después de un trasplante.
Por otro lado, hay personas que tienen un sistema inmunitario hiperactivado y, por lo tanto, el posible rechazo a un órgano sería muy rápido. En estos casos extremos, la imlifidasa elimina los anticuerpos y permite realizar la operación en condiciones más seguras.
Historia de los trasplantes
La medicina investiga desde hace siglos la opción de cambiar un órgano enfermo por uno sano. Aun así, los primeros éxitos de la trasplantología llegaron hace menos de 100 años, a mediados del siglo XX.
La investigación sobre los trasplantes avanzó en paralelo a los experimentos científicos. Algunos médicos probaron la técnica en perros para comprobar si los órganos de una raza eran compatibles con otros.
El primer trasplante de órganos realizado con éxito llegó en 1954: un trasplante de riñón en el Hospital Brigham de Boston (Estados Unidos). Dos gemelos se convirtieron en donante y en receptor y, como compartían todos los elementos genéticos, no se produjo ningún rechazo.
Este primer éxito permitió perfeccionar las técnicas y ampliar el conocimiento sobre la trasplantología. A lo largo de los años 60, 70 y 80, se practicaron los primeros trasplantes de hígado, corazón o pulmón, unos de los más frecuentes actualmente.
El primer trasplante entre humanos en España se hizo en 1965, cuando un paciente recibió el riñón de una persona ya muerta. La labor de sensibilización ha sido clave para que España sea líder mundial en donación de órganos por trigésimo año consecutivo: en 2021 se hicieron 4.781 trasplantes, según datos oficiales.