El actual monarca ascendió al trono de la monarquía española el 19 de junio de 2014 tras la abdicación de su padre, el rey emérito Juan Carlos I
El rey Felipe VI cumple diez años en el trono de la monarquía española. El 19 de junio de 2014 tuvo lugar su proclamación, un día después de la abdicación de su padre, el rey emérito Juan Carlos I. Este dejó el trono tras casi cuarenta décadas de reinado como consecuencia de sus escándalos públicos y privados.
Aunque el rey emérito desempeñó un papel crucial en la transición de España hacia la democracia tras la muerte del dictador Francisco Franco, sus últimos años de reinado estuvieron marcados por diversos escándalos: la caza de elefantes en Botsuana, el caso Nóos (caso de corrupción en el que su yerno Iñaki Urdangarin, y su hija, la infanta Cristina, estuvieron involucrados) o su relación sentimental con la empresaria Corinna Larsen son algunos de ellos.
De esta manera, Felipe VI llegó al trono de la monarquía de España en un momento en el que la imagen de la Corona y su reputación se habían deteriorado. Durante su discurso de proclamación, el nuevo rey destacó la necesidad de una monarquía renovada, adaptada a los tiempos modernos, y se comprometió a trabajar por la unidad y diversidad de España.
La monarquía española es una monarquía parlamentaria, es decir, que el monarca tiene un papel principalmente ceremonial y representativo. Por su parte, el poder político recae en las instituciones democráticas y el gobierno elegido por el pueblo a través de las elecciones.
Mientras algunos sectores de la sociedad apoyan la continuidad de la monarquía como símbolo de estabilidad y unidad, otros cuestionan su relevancia en la España moderna y abogan por un modelo republicano. Consideran que la monarquía otorga un estatus privilegiado a una familia en función de su linaje, que hay una falta de transparencia en sus finanzas y actividades, y que es una institución costosa económicamente.
La casa de Borbón
La casa de Borbón es una de las dinastías reales más antiguas y prominentes de Europa y la casa real que ha ocupado el trono de España desde principios del siglo XVIII. Felipe V fue el primer monarca Borbón en el país, proclamado rey tras la Guerra de Sucesión Española (1701-1713), un conflicto enfrentó a partidarios de los Borbones y los Habsburgo por el trono español.
Desde entonces, los Borbones han reinado en el país. Carlos III (1759-1788), Fernando VII (1808, 1813-1833), Isabel II (1833-1868) y Alfonso XIII (1886-1931) son los reyes de la casa de Borbón que ha tenido España.
Sin embargo, hubo dos períodos en el siglo XX en los que España no tuvo rey: durante la Segunda República Española (1931-1939) y la Dictadura de Franco (1939-1975). El 22 de noviembre de 1975, dos días después de la muerte del dictador, Juan Carlos I de Borbón fue proclamado rey.
Juan Carlos I reinó durante casi cuatro décadas hasta que abdicó el 19 de junio de 2014. Su hijo Felipe, entonces príncipe de Asturias, pronunció el juramento que recoge el artículo 61 de la Constitución y fue proclamado rey de España, con el nombre de Felipe VI. La siguiente en la línea de sucesión es Leonor, la hija mayor de los reyes actuales Felipe y Letizia.
A lo largo de los años, varios miembros de la familia real española han estado involucrados en diversos escándalos y polémicas, lo que ha dañado la imagen de la Corona. Uno de los más recientes afecta al emérito Juan Carlos, que se exilió a Abu Dabi después de verse envuelto en una serie de problemas fiscales.
Monarquía vs. república
La monarquía y la república son dos formas de organización política y de gobierno de un Estado.
En una monarquía, el jefe de Estado es un monarca, que puede ser un rey o una reina. Suele ocupar el cargo de por vida y, en muchos casos, la posición es hereditaria, pasando de padres a hijos. Existen diferentes tipos, como la monarquía absoluta o la monarquía parlamentaria.
En el otro lado encontramos la república, donde el jefe de Estado es un presidente o presidenta, elegido por un periodo determinado a través de elecciones u otros procesos democráticos. Este no hereda su posición y se elige en base a votos de la población o de representantes elegidos.
Ambas formas de gobierno tienen defensores y críticos. Los defensores de la monarquía argumentan que esta aporta una conexión histórica y cultural profunda con el pasado de una nación. Consideran que la figura del monarca puede desempeñar un papel unificador en la sociedad y sostienen que la monarquía proporciona estabilidad política.
Por otro lado, los partidarios de la república abogan por sistemas políticos basados en principios democráticos y de igualdad. Consideran que la elección de líderes a través de elecciones es una expresión directa de la voluntad popular, sin depender de estructuras hereditarias como ocurre en la monarquía.
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