La ONU advierte que la crisis humanitaria está empeorando en el país africano, donde los ataques del grupo rebelde M23 han causado miles de muertes y desplazamientos
La República Democrática del Congo (RDC) vuelve a vivir un episodio de violencia. Este país de África (el más grande de África subsahariana) está viviendo una situación de inestabilidad desde que el grupo rebelde M23 se hizo con el control de Goma, la mayor ciudad situada en el este, el pasado mes de enero.
El Movimiento 23 de Marzo o M23 es una milicia rebelde que opera en el Congo y que está formada principalmente por tutsis. Fundado en 2012, el grupo lucha contra el Gobierno congoleño y las milicias hutus que operan en el país con el objetivo de proteger a su pueblo, la etnia tutsi.
Los tutsis y los hutus son dos grupos étnicos que históricamente han convivido en países de África como Ruanda, Burundi y la RDC. Aunque comparten la misma lengua, religión y cultura, las diferencias entre ellos han estado muy marcadas por cuestiones políticas, sociales y económicas, lo que ha provocado varios conflictos violentos. El ejemplo más claro fue el genocidio de Ruanda de 1994, pero sus diferencias siguen estando presentes.
En 2009, el gobierno de la RDC y varios grupos rebeldes firmaron un acuerdo de paz que incluía la integración de grupos armados en el Ejército y el cese de las hostilidades. Sin embargo, el M23 acusa al gobierno de no cumplir con los compromisos del acuerdo, como la protección de los derechos de los tutsis y la reintegración de los exrebeldes en el ejército.
Este es el motivo con el que justifican sus acciones violentas, que han llevado a los ciudadanos del Congo a sufrir una grave crisis humanitaria.
¿Qué papel juegan los minerales en esta guerra?
Más allá del conflicto entre tutsis y hutus, el grupo rebelde M23 también tiene unos intereses económicos y geoestratégicos que tienen que ver con los recursos minerales que hay en el Congo.
Para hacernos una idea, en la RDC se encuentra el 74% del cobalto del mundo y el 80% de todo el coltán, según datos de Statista. Estos dos minerales tienen un gran valor económico, pues son esenciales para fabricar las baterías de los teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos que se utilizan en todo el mundo.
El M23 ha visto en estos minerales una fuente de financiación para continuar con sus operaciones militares, y se ha hecho con el control de varias minas. Según la ONU, el grupo está ingresando unos 800.000 dólares al mes por los impuestos a la producción y al comercio de coltán en la ciudad de Rubaya.
Pero los rebeldes ahora controlan otras ciudades como Katale, Masisi, Minova, Sake o Goma, por lo que sus ingresos probablemente estén siendo todavía mayores. Además, al margen del beneficio económico, el control de las minas les otorga una posición de poder en el país.
Existen leyes internacionales y mecanismos de trazabilidad que intentan evitar que los “minerales de conflicto” lleguen al mercado global. Sin embargo, la corrupción y la falta de control están permitiendo que el coltán y el cobalto extraído por el M23 termine en la industria tecnológica, llegando hasta nuestros teléfonos móviles.
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La violencia ejercida por los rebeldes del M23 se suma a las condiciones que tienen que enfrentar las personas que trabajan cada día en las minas de coltán, cobalto, y otros minerales. Varios informes de Amnistía Internacional hablan de explotación laboral y condiciones insalubres (pocas medidas de seguridad, muchísimas horas de trabajo…).
Judith Suminwa, primera ministra de la República Democrática del Congo, ha informado al Consejo de Derechos Humanos de la ONU que la situación de seguridad y humanitaria en la región ha alcanzado niveles alarmantes. En lo que va de año, 7.000 personas han muerto a raíz del levantamiento del M23.
Debido a los combates entre los rebeldes y el Ejército, 400.000 personas han sido desplazadas desde el inicio de 2025, en un país que ya tenía 5,6 millones de desplazados internos. Según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), más de 25 millones de personas necesitan asistencia humanitaria.
El conflicto en el Congo no tiene tanta cobertura mediática como otras guerras (por ejemplo, Ucrania o Gaza), pero también afecta a millones de ciudadanos y es importante saber qué es lo que está ocurriendo allí. Además, en este caso, el conflicto está relacionado directamente con nosotros: todos tenemos un teléfono móvil con una batería con coltán que, probablemente, ha sido extraído en una de las minas de este país.
El ABC de la noticia
Milicia / grupo rebelde: grupo armado que lucha contra el gobierno de un país, a menudo de forma ilegal, con el objetivo de obtener poder o realizar cambios políticos, sociales y/o económicos.
Mineral de conflicto: mineral extraído en zonas donde hay conflictos armados o violaciones graves de derechos humanos, y cuya venta financia o apoya a grupos armados ilegales que cometen abusos contra la población.
Mecanismo de trazabilidad: sistema que permite seguir y verificar el origen, el movimiento y el destino de productos a lo largo de toda su cadena de suministro.
Desplazado interno: persona que ha tenido que abandonar su hogar debido a guerras, violencia o desastres, pero que no ha cruzado las fronteras del país en el que vive.