15 noviembre 2024
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15 noviembre 2024

La desigualdad de género

Nora Criado

Actualmente, la desigualdad de género en nuestro entorno y en cualquier entorno, es uno de los temas más preocupantes y por desgracia, de más actualidad.

Nada nos gustaría más que este tema dejara de ser noticia, que pudiéramos considerarlo un episodio resuelto satisfactoriamente y beneficiosamente para todos.

Mucho se ha hablado de ello por lo que podemos deducir que hay diferentes opiniones al respecto y quiero suponer que todas respetables y aceptables.

Para estar seguro de que es así debemos ahondar un poco más en el tema. 

Lo primero que debemos hacer es asegurarnos de que sabemos reconocer este tipo de situaciones, sobre todo en nuestro entorno más cercano.

La primera vez que yo tuve conocimiento de una situación de desigualdad de género, creo que ni siquiera entendí correctamente ni el trasfondo ni la importancia del tema.

¿Por qué? Por falta de información, por falta de conocimiento y por falta de interés. 

Y ahí radica, en gran medida, el problema y sobre todo la dificultad para solucionarlo.

Empezamos por el principio, la infancia.

Quién no ha oído eso de que los niños tienen que tener muchas novias, cuantas más, mejor. 

Sin embargo a las niñas, desde pequeñas se les inculca el hecho de que no tengan novio hasta una edad muy avanzada.

O que las niñas pueden llorar por el simple hecho de ser chica y los niños no ya que sino son “mariquitas”

Y ni hablar de “azul para niños y rosa para niñas”, ni se te ocurra romper esa regla con tu hijo o hija, no vayas a ser un mal padre.

Pero… ¿y en la adolescencia?

Las chicas desviviéndose por verse lo más guapas posible maquillándose, intentando tener un buen cuerpo, tratando de verse bien. Pero llega la hora de subir una foto en bikini deseando llenar su móvil de notificaciones, pero hay unas cuantas personas que la insultan.

Y después están los chicos que apenas se arreglan, van con los pantalones casi por las rodillas creyendo que son muy machotes sin saber el origen de llevar los pantalones bajados. Cuelgan una foto sin camiseta y ni un comentario respecto a su vestimenta.

Si una chica baja a la calle sin estar arreglada porque no tuvo un buen día, porque no tenía tiempo o simplemente porque no es una “marimacho”, pero si un hombre va a la calle desarreglado no pasa absolutamente nada.

Y lo más peligroso, estar sola en la calle, y peor si es de noche. 

Las chicas nunca deben ir solas ya que en cualquier momento las pueden raptar y no hace falta decir que van a hacer con ellas; pero cuando pasa eso es culpa de la chica porque “iba provocando”.

Pero un chico puede ir tranquilamente sin miedo a lo que puede pasar.

Pasamos a otro ámbito muy diferente, el laboral.

¿Por qué motivo lógico, un hombre, con el mismo cargo, en la misma actividad laboral, en la misma empresa, con el mismo horario, con la misma responsabilidad (o menor) que una mujer, gana más dinero que una mujer?

Y no solo eso, ¿por qué está más valorado?

Estos son sólo algunos ejemplos que nos podemos encontrar día a día en nuestro círculo más cercano.

Ahora bien. La reivindicación siempre, pero también tenemos que aportar soluciones.

  • Acabar con los estereotipos desde el origen: la infancia.
  • Trabajar día a día con los jóvenes (los más susceptibles), para que con el trabajo diario cambiar en ellos los estereotipos que previamente llevan de fábrica.
  • Instar, no sólo a los jóvenes, sino también al colectivo más adulto, a reinventarse, a replantearse un tema tan primordial y tan necesario como es la desigualdad de género.

Estoy segura de que se están consiguiendo muchos logros y de que estamos consiguiendo que un gran número de personas están, poco a poco, comprendiendo la necesidad de un cambio.

Son muchos padres y madres los que sueñan con un futuro diferente al que ellos vivieron para sus hijos. Y son muchos hijos e hijas que desean una vida digna para sus mayores.

La desigualdad de género puede dar la sensación de que a algunos colectivos les beneficia, pero yo no lo creo. La desigualdad perjudica a ambos sexos. 

Los hombres necesitan de las mujeres y las mujeres de los hombres. 

Lo que debemos conseguir entre todos es el entendimiento, la colaboración y el buen sentir.

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