Diez años sin Gabriel García Márquez

El escritor colombiano cautivó a millones de lectores de todo el mundo con su realismo mágico y obras tan reconocidas como ‘Cien años de soledad’

El 17 de abril de 2024 se cumplen diez años de la muerte de Gabriel García Márquez (Gabo  para los amigos), uno de los autores más representativos de la literatura latinoamericana. El escritor colombiano cautivó a millones de lectores con su realismo mágico, una corriente literaria que mezcla hechos fantásticos con argumentos cotidianos. 

También formó parte del boom latinoamericano de 1960-1970, un movimiento literario protagonizado por diferentes autores de Latinoamérica cuyas obras tuvieron un gran éxito en todo el mundo. Gabriel García Márquez en Colombia, Julio Cortázar en Argentina y Mario Vargas Llosa en Perú fueron algunos de ellos.

Entre sus obras literarias se encuentran títulos tan conocidos como El coronel no tiene quien le escriba (1961), Crónica de una muerte anunciada (1981) o El amor en los tiempos del cólera (1985), además de su novela más célebre: Cien años de soledad (1967).

En 1982, recibió el Premio Nobel de Literatura. El jurado destacó la gran imaginación que incorporaba en sus historias, que mezclaban lo real y lo fantástico, pero también su capacidad para retratar la vida cotidiana en Latinoamérica.

Además de escribir novelas, cuentos y poemas, García Márquez trabajó muchos años como periodista. La relación entre periodismo y literatura fue una constante en su carrera y en muchas de sus obras combinó los rasgos característicos de los artículos periodísticos con fórmulas más literarias.

Este 2024 se ha publicado En agosto nos vemos, una novela inédita e inacabada del escritor colombiano. Su lanzamiento ha estado rodeado de polémica, pues el propio Gabo pidió destruir la obra mientras estaba vivo. Sin embargo, sus hijos Rodrigo y Gonzalo han decidido rescatar el borrador y publicar el manuscrito. 

La obra maestra de García Márquez

Cien años de soledad, publicada en 1967, es la obra más célebre de García Márquez y una de las más influyentes en la literatura contemporánea. 

Hasta ahora, se han vendido más de 50 millones de ejemplares en todo el mundo y se ha traducido a más de 40 idiomas. En la actualidad, la novela sigue siendo objeto de estudio y admiración por parte de críticos y lectores.

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A lo largo de 20 capítulos, el libro narra la historia de la familia Buendía a lo largo de varias generaciones en el ficticio pueblo de Macondo. García Márquez crea un universo donde lo real y lo mágico se entrelazan de manera natural, convirtiendo lo extraordinario en algo cotidiano.

En la novela, el escritor trata temas universales como la soledad, el paso del tiempo, la memoria, el amor, la búsqueda de la identidad y la violencia. Para ello, creó a personajes inolvidables, que atraviesan situaciones surrealistas que están narradas en un lenguaje rico y poético. 

En 2019, Netflix compró los derechos de la obra de García Márquez para hacer una serie. La adaptación audiovisual de Cien años de soledad podrá verse finalmente en esta plataforma a finales de año. 

Ideales políticos

Gabriel García Márquez estuvo ligado a la política toda su vida. Sentía un gran compromiso con los derechos humanos y la justicia social, y su ideología de izquierda se reflejó tanto en sus obras literarias como en su activismo.

Decidió dejar su país natal debido a las amenazas de las autoridades colombianas por su fuerte activismo A pesar de no poder regresar a Colombia durante décadas, el escritor nunca dejó de mostrar su apoyo a los movimientos de izquierdas en Latinoamérica.

Su ideología estuvo marcada e influenciada por las experiencias personales que vivió: su amistad con Fidel Castro (expresidente de Cuba), su vida en Barcelona al final de la dictadura franquista (1967-1975), la violencia en Colombia en la década de 1950… 

Aunque nunca militó en ningún partido, la política le acompañó toda su vida. Llegó a donar el dinero de varios premios literarios a movimientos liberales de izquierdas y ofreció su apoyo a líderes políticos en Venezuela o Nicaragua. En Colombia, actuó como mediador en las negociaciones de paz entre el gobierno y las guerrillas.