Los ODS cumplen 10 años: ¿qué retos quedan por alcanzar?
La ONU aprobó en 2015 un plan global para erradicar la pobreza, frenar el cambio climático y reducir las desigualdades, con la participación activa de toda la población
En 2015, la Asamblea General de la ONU —el espacio donde se reúnen todos los países miembros de las Naciones Unidas— aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. El concepto de “agenda” aquí no significa calendario, sino que hace referencia a un plan de acción a quince años vista para lograr un mundo más justo, seguro y equilibrado.
Para conseguirlo, la Agenda contempla una serie de objetivos, como erradicar la pobreza extrema y el hambre, combatir la desigualdad y el cambio climático, garantizar la igualdad de género y los derechos humanos, y asegurar el acceso universal a la salud y la educación. En concreto, la Agenda 2030 plantea un total de 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible, conocidos como ODS. Son una especie de guía global que aborda los grandes retos de nuestro tiempo.
Dentro de los ODS se incluyen metas como acabar con la pobreza extrema y el hambre (ODS 1 y 2), garantizar una educación de calidad (ODS 4) y una buena salud para todas las personas (ODS 3), asegurar la igualdad de género (ODS 5), promover el trabajo digno y la justicia social (ODS 8 y 16), proteger el medio ambiente y frenar el cambio climático (ODS 13, 14 y 15).
Estos objetivos son universales y afectan a todos los países, sin distinción entre ricos y pobres. Todo el mundo debe asumir el compromiso de avanzar en la misma dirección, porque ninguna nación puede resolver por sí sola, problemas que son globales. Por ello, la cooperación internacional es un elemento clave. Se necesitan alianzas entre gobiernos, empresas, escuelas y también la ciudadanía, porque el progreso en los ODS solo será posible con la implicación de todos.
¿Qué se ha hecho en estos 10 años?
Durante la década transcurrida desde la aprobación de la Agenda 2030, muchos gobiernos, instituciones, empresas y colectivos ciudadanos se han movilizado para intentar hacer realidad los Objetivos de Desarrollo Sostenible. El avance no ha sido uniforme ni lineal, y se ha visto afectado por cuestiones como la crisis de la Covid-19 o las guerras de Ucrania e Israel, pero sí hay resultados tangibles.
En materia de pobreza (ODS 1), las cifras extremas se han reducido en algunas regiones, sobre todo en Asia y en América Latina, aunque las crisis económicas y las guerras han incrementado la vulnerabilidad en otras zonas.
En cuanto a la salud (ODS 3), la mortalidad infantil ha descendido respecto a décadas anteriores y se han logrado grandes progresos en la lucha contra enfermedades como la malaria o el VIH, aunque la pandemia de la Covid-19 frenó muchos de estos avances.
El acceso a la educación (ODS 4) también ha mejorado: cada vez hay más niños y niñas escolarizados en primaria y secundaria, aunque persisten desigualdades entre países y entre chicos y chicas.
En ámbitos como el agua limpia y el saneamiento (ODS 6) o el trabajo digno (ODS 8), existe hoy una mayor cobertura y más oportunidades que hace una década, pero aun lejos de los objetivos planteados.
Uno de los avances más notables ha sido la conciencia y la acción contra el cambio climático (ODS 13). Acuerdos como el de París han impulsado políticas de reducción de emisiones y energías renovables, aunque las sequías, incendios y fenómenos extremos recuerdan constantemente que la lucha es todavía insuficiente.
A pesar de los progresos, los retos continúan abiertos. La desigualdad social se ha acentuado en muchos lugares, los conflictos armados y los desplazamientos forzados no dejan de crecer, y las crisis ambientales amenazan el futuro de la biodiversidad.
La Agenda 2030 aún tiene camino por recorrer y los próximos años serán decisivos para saber si los compromisos se traducen en resultados globales.
¿Cómo te afecta esta noticia?
Quizás de entrada parezca que la Agenda 2030 y los ODS son cuestiones lejanas, reservadas a los políticos y a las grandes instituciones. Pero lo cierto es que tienen mucho que ver con la vida cotidiana.
Los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible abarcan ámbitos tan diversos como el fin de la pobreza, la educación de calidad, la salud y el bienestar, la igualdad de género, el trabajo digno, la justicia social o la protección del planeta. Todas estas cuestiones te afectan directamente a ti y a tu entorno.
En el ámbito individual, todos podemos hacer algo para contribuir a alcanzar los objetivos. Cuando en casa se reciclan los envases o se reduce el desperdicio alimentario, se está avanzando hacia el objetivo de producción y consumo responsables. Si en el instituto se fomenta que chicos y chicas tengan las mismas oportunidades, eso forma parte del camino hacia la igualdad de género. Cuando nuestra ciudad apuesta por el transporte público o por los carriles bici, se contribuye a crear municipios más sostenibles y seguros.
Esta agenda también te afecta porque pone énfasis en la cooperación y en la responsabilidad compartida. El futuro de los ODS no depende solo de gobiernos o empresas, sino también de la presión social, de las ideas innovadoras y de la acción cotidiana de todas las personas. Los jóvenes tienen un papel clave para lograr que estos objetivos se transformen en realidades palpables.
