21 noviembre 2024
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21 noviembre 2024

Últimas horas para actuar

La Cumbre del Clima termina hoy en Glasgow sin que se hayan tomado todavía compromisos firmes para detener el cambio climático

La COP26, la Cumbre del Clima de las Naciones Unidas, termina hoy en Glasgow (Escocia) sin que se haya alcanzado un acuerdo definitivo para reducir el aumento de temperatura global a 1,5 grados centígrados a finales de siglo, lo que permitiría evitar las peores consecuencias del cambio climático.

Las expectativas sobre la COP26 eran muy grandes. Desde que la cumbre empezó el pasado 31 de octubre, activistas medioambientales, organizaciones ecologistas e instituciones globales como las propias Naciones Unidas han presionado a los líderes políticos para que se comprometan de verdad en la lucha contra el cambio climático

Así, en las últimas semanas se han anunciado varios tratados para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, como el acuerdo para limitar la deforestación firmado por más de 100 países, entre los que se encuentran Brasil, Rusia, Indonesia o la República Democrática del Congo, donde se encuentran algunos de los bosques y selvas tropicales más importantes del mundo.

También se ha presentado una alianza de países y fabricantes de vehículos que se comprometen a acabar con los coches de combustión de cara al año 2035. Eso significaría que, a partir de esa fecha, solo podrían fabricarse vehículos eléctricos de cero emisiones (aunque los coches de combustión producidos antes de 2035 podrían seguir circulando y, por lo tanto, contaminando). 

No obstante, países como Estados Unidos, China o Alemania, que figuran entre los principales productores de vehículos del mundo, no han suscrito este pacto. Esto resta efectividad al acuerdo.

Por último, los gobiernos de China y Estados Unidos, los dos países más contaminantes del mundo, han emitido una declaración conjunta en la que reconocen la necesidad de actuar urgentemente contra la emergencia climática. Por eso se comprometen a trabajar conjuntamente para implementar los objetivos del Acuerdo de París.

Queda pendiente ver si durante la última jornada de la COP26, los representantes de todos los países participantes son capaces de alcanzar un acuerdo de última hora que sirva para salvar el planeta.

Las contaminación en datos

A la hora de medir la contaminación en la atmósfera solemos tener en cuenta las emisiones de dióxido de carbono (CO2), que es el principal gas de efecto invernadero. Estas emisiones provienen principalmente de la quema de combustibles fósiles como el carbón, el petróleo o el gas natural.

Para medir las emisiones de dióxido de carbono se utilizan dos métodos: emisiones totales y emisiones per cápita. Las​​ emisiones totales hacen referencia a la cantidad de dióxido de carbono emitido por todo un país. En este caso, el país más contaminante es China, seguido de Estados Unidos y la India, según los datos de 2018 del Banco Mundial. 

Emisiones totales de dióxido de carbono por países (2018).

Para hacernos una idea, China fue responsable de casi una tercera parte de todas las emisiones de CO2 en el mundo. Hasta 2005 Estados Unidos encabezaba este ranking, pero el crecimiento económico de China en los últimos años, conseguido gracias a un aumento en la producción de fábricas, también ha hecho aumentar la contaminación del país.

Evolución de las emisiones a los tres países más contaminantes.

Las emisiones per cápita, sin embargo, tienen en cuenta también la cantidad de personas que viven en cada país y se calculan dividiendo el número total de emisiones entre el total de su población

En ese sentido, si tenemos en cuenta las emisiones por habitante, la lista de países más contaminantes cambia por completo: Qatar, Kuwait y Emiratos Árabes Unidos se colocan en los primeros puestos a pesar de ser países muy pequeños. Una de las principales razones es que estos países son algunos de los principales productores de petróleo, combustible fósil muy contaminante.

Países más contaminantes por habitante. (Banco Mundial)

La COP26 no es suficiente

A pesar de las declaraciones políticas de los últimos días, los ecologistas critican que los acuerdos presentados no son lo suficientemente ambiciosos, porque no fijan unos límites concretos en las emisiones de cada país, ni tampoco imponen tasas mayores a los sectores más contaminantes, por ejemplo. Todo se resume en “esfuerzos” y “compromisos” que no se cumplen porque no hay leyes que obliguen a ello.

De hecho, una de las principales críticas a la COP26 ha sido la gran presencia de empresas petrolíferas y lobbies relacionados con los combustibles fósiles, que presionan a los gobiernos e instituciones para que los nuevos acuerdos climáticos no sean demasiado ambiciosos y perjudiquen su negocio. 

Un estudio de la ONG climática Global Witness indica que, si juntáramos a todos los representantes del lobby de los combustibles que han participado en la Cumbre del Clima, tendrían más presencia que los 8 países más afectados por el cambio climático juntos.

Al mismo tiempo, los activistas medioambientales han criticado la ausencia de la sociedad civil en las negociaciones, donde podrían haber presionado para conseguir acuerdos más realistas para hacer frente a la crisis climática

Los jóvenes activistas de Fridays For Future, Unite For Climate Action y otras plataformas ecologistas recuerdan que combatir el cambio climático es también una cuestión de justicia e igualdad, ya que los peores efectos del calentamiento global recaerán sobre los países y regiones con menos recursos.

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