Copenhague, la ciudad más feliz del mundo
El Happy City Index clasifica cada año las ciudades del mundo en función de su capacidad para proporcionar bienestar a sus ciudadanos
La felicidad es un estado de ánimo que todos queremos conseguir a lo largo de nuestra vida. Esta depende de factores personales, como las relaciones con nuestra familia y amigos o nuestra salud. Pero también está muy influenciada por factores externos, como el lugar en el que vivimos.
El urbanismo juega un papel fundamental en la felicidad de las personas y, por eso, el Instituto de Calidad de Vida estudia cada año cientos de ciudades del mundo y las clasifica en función de la capacidad que tienen para proporcionar bienestar a sus ciudadanos. Este ranking se conoce como Happy City Index [Índice de Ciudades Felices].
El índice agrupa las ciudades por categorías (oro, plata, bronce) después de estudiar una serie de variables: servicios públicos, empleo digno, oferta cultural, movilidad accesible, espacios verdes… Por esta razón, en el ranking solo aparecen ciudades que ofrezcan datos fiables, medibles y comparables sobre su funcionamiento.
Este año, Copenhague ha sido elegida la ciudad más feliz del mundo. Según el ranking, la capital de Dinamarca destaca por ser una ciudad limpia, donde todos los ciudadanos tienen acceso a la sanidad pública y una educación de calidad. Cuenta con muchas zonas verdes, un transporte público eficiente, servicios digitalizados y un gobierno transparente.
El top 10 de ciudades más felices lo completan Zúrich (Suiza), Singapur (Singapur), Aarhus (Dinamarca), Amberes (Bélgica), Seúl (Corea del Sur), Estocolmo (Suecia), Taipéi (Taiwán), Múnich (Alemania) y Rotterdam (Países Bajos). La primera ciudad española que aparece en el ranking es Barcelona en el puesto 22.

¿Por qué Barcelona se ubica en la 22ª posición del ranking?
¿Cómo se mide la felicidad de una ciudad?
Para elegir las ciudades más felices del mundo, el Happy City Index analiza seis indicadores: ciudadanía, movilidad, gobernanza, medio ambiente, economía y salud.
En el ámbito de ciudadanía, se analizan aspectos como el sistema educativo, la inclusión, el apoyo a personas mayores, con discapacidad o sin hogar, el acceso a una vivienda y la oferta cultural. En movilidad, se estudia si el transporte público es eficiente y accesible, y si se utiliza la tecnología para gestionar el tráfico.
En gobernanza, se tiene en cuenta si el gobierno es transparente (por ejemplo, ofrece datos públicos sobre su funcionamiento), si los servicios públicos están digitalizados (los ciudadanos pueden pedir cita electrónica para ir al médico) y si los habitantes participan activamente en la política (participan en ONGs, votan en las elecciones…)
En medio ambiente, el índice estudia la gestión de recursos naturales (por ejemplo, si se usan energías renovables), la disponibilidad de áreas verdes (parques, bosques…), el nivel de contaminación y la gestión de residuos (si hay políticas activas que promuevan el reciclaje), entre otros.
En economía, se analizan valores como la productividad, los salarios, las oportunidades laborales y la innovación. En salud, se tiene en cuenta si existe una cobertura sanitaria que garantice el bienestar físico y mental de los ciudadanos (si hay psicólogos y programas de vacunación disponibles, pero también cuántas horas se trabaja y cuántos días de vacaciones tienen los trabajadores).
¿De qué manera te afecta esta noticia?
La felicidad que ofrece una ciudad depende de muchos factores que, en conjunto, mejoran la calidad de vida de todos sus habitantes. Sin embargo, lo que cada persona valora puede variar según su edad y etapa de vida. Por ejemplo, los niños suelen tener prioridades diferentes a los adultos.
La iniciativa Ciudades Amigas de la Infancia, un programa liderado por UNICEF, señala que las ciudades deben cumplir cuatro condiciones para que los niños y jóvenes puedan ser felices: que haya espacios seguros donde jugar, donde estar en contacto con la naturaleza, donde socializar (parques, plazas, mercados, bibliotecas…) y calles que permitan caminar con tranquilidad y seguridad.
Esta noticia puede invitarnos a pensar qué cosas podrían mejorar en el lugar en que vivimos para que todos los habitantes, tanto niños como jóvenes y adultos, pudieran tener una mejor calidad de vida.