La ciudad ofrece actividades turísticas gratuitas a aquellos viajeros que realicen acciones respetuosas con el clima, como ir en bici o tirar la basura a la papelera
En las últimas décadas, Copenhague se ha convertido en una capital verde. Esta ciudad de Dinamarca es una de las más sostenibles del mundo tras haber implementado proyectos que promueven la sostenibilidad y la protección del medio ambiente. Ahora la capital quiere llevar esta filosofía al turismo.
Para conseguirlo, Wonderful Copenhague —la organización turística oficial de la capital de Dinamarca— ha lanzado una nueva iniciativa: premiar a los turistas más sostenibles. ¿Cómo? Pagándoles una variedad de atracciones turísticas para disfrutar de la ciudad a cambio de llevar a cabo acciones respetuosas con el clima y el medio ambiente.
El proyecto se llama Copenpay y permite obtener actividades o productos gratuitos como visitas a museos, alquiler de kayaks, café, e incluso un almuerzo vegetariano elaborado con alimentos locales. Los viajeros deben tener actitudes ecológicas: ir en bicicleta, tirar la basura a la papelera o ayudar en una granja urbana son algunos de los ejemplos.
Mikkel Aarø-Hansen, consejero delegado de Wonderful Copenhagen, ha explicado que el objetivo del programa es incentivar el comportamiento sostenible de los turistas mientras se enriquece su experiencia cultural en la ciudad.
El caso de Copenhague no es pionero. En 2022, el archipiélago de Palau, ubicado al este del océano Pacífico, lanzó una iniciativa parecida con la que recompensar a los visitantes que ayudaran a proteger las islas del impacto provocado por el turismo.
El impacto del turismo
El turismo tiene un impacto multifacético en las ciudades. Esto quiere decir que ofrece tanto un impacto positivo como negativo a los lugares en los que se desarrolla esta actividad.
No podemos olvidar que el turismo es una actividad económica. Como otras actividades, el turismo genera ingresos significativos para las ciudades a través del gasto en hoteles, restaurantes, atracciones turísticas y tiendas. Al mismo tiempo, crea numerosos empleos en sectores como la hostelería o el transporte, entre otros.
Sin embargo, el turismo también tiene efectos negativos tanto en las comunidades locales como en el medio ambiente. La actividad turística puede conllevar a la gentrificación, incrementando los precios de los bienes y servicios y desplazando a los residentes locales a zonas más alejadas.
La congestión y las aglomeraciones de turistas también afecta al entorno ambiental. El turismo excesivo puede dañar ecosistemas y áreas naturales protegidas, degradando el hábitat de especies animales y vegetales; al mismo tiempo que puede aumentar la contaminación que sufren las personas.
Copenhague, una ciudad verde
En las últimas décadas, Copenhague ha destacado como una de las capitales más verdes y sostenibles del mundo. Entre otras, destaca su compromiso con la movilidad sostenible. En esta ciudad de Dinamarca es muy común ver a sus ciudadanos desplazarse en bicicleta a través de los más de 350 kilómetros de carriles bici que hay.
Dinamarca, en general, y Copenhague, en particular, también han invertido considerablemente en energía renovable. La capital tiene planes ambiciosos para convertirse en una ciudad neutra en carbono para 2025, es decir, reducir sus emisiones de CO2 al máximo.
Para conseguirlo, llevan actuando e implementando mejoras desde hace años. Gran parte de la electricidad que genera la ciudad proviene de fuentes eólicas y solares en la actualidad, que son mucho más respetuosas con el medio ambiente.
Además, Copenhague cuenta con numerosos parques y espacios verdes, que no solo mejoran la calidad de vida de sus residentes, sino que también ayudan a mitigar los efectos del cambio climático.