Un nuevo análisis genético revela que los humanos surgieron de lugares diferentes de África, frente a los argumentos de investigaciones anteriores
En los últimos años, diferentes investigaciones genéticas llegaron a la conclusión de que los humanos modernos surgieron de una sola población que vivió en África hace unos 200-300.000 años. Esta idea se ha mantenido en la comunidad científica hasta ahora, pues un grupo de investigadores ha revelado un nuevo origen para nuestra especie.
Según una investigación publicada en la revista Nature, los humanos modernos descienden de al menos dos poblaciones que coexistieron en África durante un millón de años antes de fusionarse. Es la conclusión a la que ha llegado un grupo de científicos de la Universidad de California-Davis después de analizar los genomas de 290 personas vivas.
Los primeros fósiles similares a los humanos actuales se encontraron en Etiopía, por lo que algunos investigadores concluyeron que el origen de nuestra especie se encontraba en el este de África. Más tarde, otros científicos analizaron el ADN de las poblaciones nómadas que actualmente habitan en el sur de África y llegaron a la conclusión de que el origen del humano debía ubicarse ahí, al sur del continente.
Sin embargo, el grupo de investigadores de la Universidad de California-Davis estaba convencido que los registros fósiles y arqueológicos encontrados a lo largo de la historia en distintas regiones de África (Marruecos, Etiopía, Sudáfrica…) podría desvelar que el Homo sapiens vivió alrededor de todo el continente hace 300.000 años.
Para demostrarlo, han analizado el ADN de 290 individuos, pertenecientes a cuatro grupos distintos: los mende, agricultores que viven en Sierra Leona; los gumuz, un grupo descendiente de cazadores-recolectores en Etiopía; los amhara, un grupo de agricultores etíopes; y los nama, un grupo de cazadores-recolectores de Sudáfrica.
Los científicos desarrollaron un software para ejecutar simulaciones a gran escala de cómo podría haber sido la evolución humana, utilizando diferentes algoritmos. Tras el análisis, concluyeron que desde hace un millón de años, los ancestros de nuestra especie existieron en dos poblaciones distintas.
El origen está en África
Establecer con precisión cuándo y cómo apareció el Homo sapiens sigue siendo una de las cuestiones más debatidas en la paleoantropología. Con frecuencia, distintas investigaciones tratan de arrojar luz a esta cuestión. Sin embargo, la comunidad científica sí que ha llegado a una conclusión clara: nuestra especie se originó en África hace aproximadamente 200-300.000 años.
Se cree que la especie humana surgió en el continente africano debido a una combinación de factores geográficos, climáticos y evolutivos. Por un lado, se encuentran los estudios arqueológicos, que a lo largo de la historia han encontrado en África los fósiles más antiguos de nuestros pasados.
Por otro lado, se encuentran los estudios genéticos, que también han demostrado que los humanos actuales tenemos un ancestro común africano. Para llegar a esta conclusión ha sido fundamental el análisis del ADN mitocondrial, material genético de las mitocondrias que es muy útil a la hora de rastrear las líneas genéticas de los humanos.
La genética también ha permitido descubrir que los africanos contemporáneos tienen una amplia diversidad genética en comparación con otras poblaciones. Esto explicaría que los humanos vivieron en África durante mucho tiempo y experimentaron varios cambios genéticos antes de dispersarse a otros continentes, lo que podría ser un indicio de que África fue el punto de partida para la evolución humana.
Diversos estudios también han revelado que los primeros humanos fueron capaces de adaptarse a los cambios climáticos que África vivió durante miles de años, como periodos de sequía extrema o de mayor humedad. La capacidad de adaptación por parte de Homo sapiens les permitió sobrevivir frente a otras especies, como los neandertales, y colonizar diferentes partes del mundo.
ADN mitocondrial, clave para la evolución
El papel de la genética a la hora de comprender la evolución humana ha sido fundamental. En los últimos años, los avances científicos en la secuenciación del ADN y las técnicas de análisis genético han brindado una visión más clara y detallada del origen de nuestra especie, el Homo sapiens.
Uno de los componentes genéticos más importantes en este trabajo es el ADN mitocondrial. Este material genético está presente en las mitocondrias, unas estructuras que se encuentran dentro de las células y generan energía. A diferencia del ADN nuclear, que se hereda de ambos progenitores, el ADN mitocondrial se hereda exclusivamente de la madre.
Esta característica especial hace que el ADN mitocondrial sea un elemento genético muy útil a la hora de rastrear los orígenes de una población. Este suele seguir un patrón muy claro a lo largo de las generaciones, lo que ha permitido a la comunidad científica reconstruir cómo ha evolucionado la especie humana.
Además de esto, el ADN mitocondrial también ha servido para investigar la relación de los humanos con otras especies. Al comparar este material genético con el de otros homínidos, como los neandertales, se han descubierto evidencias de cruces y mezclas genéticas entre ellos.
Aun así, es importante tener en cuenta que este ADN proporciona solo una parte de la historia genética completa. Para obtener una imagen más completa y detallada, los científicos también analizan otros elementos genéticos consiguiendo más información sobre la evolución humana.