Lorayna Nita Vaquero
El reggaeton es un estilo de música muy conocido mundialmente. Varios artistas escriben canciones de este tipo, y eso llega a los adolescentes, que lo escuchan en todos lados. Quiero manifestar mi desacuerdo a este estilo de canciones, ya que, aunque le suele gustar mucho a la gente, y tiene sus partes buenas, si se les puede llamar así, no creo que sea un estilo de música que deban escuchar los adolescentes.
Para empezar: El reggaeton tiene un lenguaje vulgar y simple, prácticamente en todas las canciones podemos escuchar el tipico ‘’mami’’, esa palabra dicha a alguna chica, también muchos otros piropos dirigidos hacia las mujeres, los cuales me resultan muy despectivos, y no solo a las mujeres, he podido llegar a escuchar alguna que otra canción con este tipo de comentarios hacia los hombres.
También el ritmo básico, repetitivo y poco desarrollado, dando la sensación muchas veces que estamos oyendo la misma canción, seguro que si piensas en alguna canción de reggaeton, y luego buscas otra diferente, puedes llegar a diferenciar el mismo ritmo para el instrumental.
Por otra parte, la letra sugiere una forma de vida materialista, siempre hablando de dinero, coches y lujos, cosa bastante alejada de la realidad de mucha gente, lo cual se puede aplicar también a sus oyentes, que la mayoría son de familias de clase media o baja.
La vestimenta de los adolescentes que escuchan reggaeton suele ser la misma, los chicos van con ropa ancha, con collares tipo cadena y las chicas con ropa muy insinuante, enseñando la barriga, con escote o muy provocativas. Este género de música genera por lo general que en por ejemplo, las discotecas, bailen de forma muy vulgar, ‘’perreando’’ en su mayoría.
También crea adicción, ya que los que escuchan este género no suelen abrir la mente para escuchar también otro tipo de música. Es una pena que los adolescentes se basen en escuchar solo reggaeton cuando hay otros géneros musicales mucho más bonitos, como por ejemplo el k-pop, el pop o el rock, además que suelen adaptar el mismo comportamiento en su vida cotidiana.