Algunos gobiernos empiezan a rebajar las restricciones, mientras que en otros países la variante ómicron sigue causando estragos
A punto de cumplirse dos años de pandemia de covid-19, el coronavirus y sus nuevas variantes siguen condicionando nuestra vida: consumir en locales y restaurantes, hacer negocios, viajar, participar en eventos deportivos y culturales, ir a clase…
La aparición de la variante ómicron en Sudáfrica a finales de 2021 pronto se extendió a otros países y continentes, como Europa y América. En la mayoría de casos, esta variante provoca unos síntomas menos graves, pero su capacidad de transmisión es mucho mayor que el coronavirus original, por lo que los hospitales y centros sanitarios han quedado colapsados en una nueva ola de contagios.
Ahora, con la primavera cerca, la subida de temperaturas y la efectividad de las vacunas, parece que el pico de contagios ha quedado atrás. Por eso varios gobiernos han decidido rebajar las restricciones vigentes para promover la movilidad entre países y reactivar la economía.
Esta semana, el Reino Unido levantará todas las restricciones anti-covid. Las personas contagiadas no tendrán que confinarse obligatoriamente y el gobierno proporcionará tests de antígenos y PCR gratis para todas las personas que quieran hacerse uno.
El objetivo es recuperar la normalidadprevia a la pandemia, aunque la comunidad médica y científica considera que es demasiado pronto para bajar la guardia. Los partidos de la oposición acusan al primer ministro, Boris Johnson, de aplicar una política oportunista para recuperar su popularidad tras el escándalo del Partygate.
Francia, uno de los países europeos más afectados por la pandemia, también ha decidido rebajar las restricciones ante la mejora de la situación sanitaria: a partir del 28 de febrero, no será obligatorio llevar mascarilla en espacios interiores donde se pueda presentar el pasaporte covid, como tiendas y restaurantes, pero sí se mantendrá en el transporte público.
Por su parte, Australia ha abierto sus fronteras a viajeros extranjeros con pauta de vacunación completa, después de que el país haya estado dos años cerrado al turismo internacional. En noviembre de 2021, algunos estados australianos con más del 80% de la población vacunada ya pudieron recibir a viajeros extranjeros.
Hasta ahora, el gobierno australiano otorgaba muy pocos visados a viajeros extranjeros. Esta medida fue muy criticada porque, durante casi dos años, miles de australianos residentes en el extranjero no han podido regresar a casa y visitar a sus familiares. No obstante, Australia ha conseguido una de las tasas de mortalidad por covid más bajas del mundo (menos de 5.000 muertes por 26 millones de habitantes).
La variante ómicron golpea Hong Kong
Sin embargo, otras regiones empiezan a sufrir ahora los efectos de ómicron, con los contagios en aumento y el sistema sanitario desbordado. Es el caso de Hong Kong, una región que pertenece a China pero tiene un régimen político diferenciado, donde el lunes se registraron más de 7.500 casos en un día (en una población de 7,5 millones).
La oleada de contagios ha cogido desprevenidas a las autoridades hongkonesas. Los hospitales se han quedado pequeños y han tenido que alojar a los pacientes de covid en camillas en la calle. Para combatir el virus, el gobierno ha anunciado la aplicación del pasaporte covid para acceder a supermercados y centros comerciales.
Desde el inicio de la pandemia, el gobierno de Hong Kong ha aplicado una estrategia de “tolerancia cero” en línea con el gobierno comunista de China. A diferencia de la mayoría de países, que han optado por adaptarse y convivir con la pandemia, el objetivo del gobierno chino es alcanzar los cero casos de covid.
Para ello, se han aplicado medidas muy estrictas durante un período de tiempo muy prolongado: las personas positivas deben permanecer aisladas en hospitales o en centros gubernamentales creados expresamente para pasar la cuarentena. Es obligatorio hacerse tests de seguimiento y estar incluido en el sistema de rastreo controlado por el gobierno. Los colegios y universidades se mantienen cerrados.
Estas medidas funcionaron contra el coronavirus original, pero la variante ómicron es tan contagiosa que podría multiplicar rápidamente el número de afectados y obligar a replantear la estrategia para no perjudicar la economía china, la única que creció en pandemia.
Acaba la protesta antivacunas en Canadá
La policía de Ottawa, la capital de Canadá, ha desalojado gran parte de los camioneros y otros manifestantes antivacunas que desde hace semanas bloqueaban la ciudad, impidiendo la circulación y el transporte de mercancías.
Las fuerzas de seguridad han arrestado cerca de 200 personas y han incautado 38 vehículos, aunque todavía no han conseguido despejar toda la zona de manifestantes.
Las protestas empezaron en enero, cuando el gobierno de Canadá anunció que el pasaporte de vacunación sería un requisito obligatorio para entrar en el país. Esta nueva medida afectaba a los camioneros que viajan entre Estados Unidos y Canadá, una parte de los cuales forma parte del movimiento antivacunas.
Los transportistas aparcaron sus camiones a modo de protesta en puntos estratégicos, bloqueando el paso en algunas carreteras y puentes, y también en el centro de algunas ciudades. Otros ciudadanos se sumaron al bloqueo iniciado por los camioneros para protestar contra las restricciones del gobierno canadiense.
Después de semanas de enfrentamientos, la policía había conseguido disolver todos los piquetes excepto el de Ottawa, que afectaba también el funcionamiento de algunas instituciones oficiales como el Parlamento de Canadá.