La dirección empresarial sigue en manos de los hombres
El número de mujeres contratadas para ocupar altos cargos directivos ha caído por tercer año consecutivo, según el último informe del Foro Económico Mundial
Las mujeres son la mitad de la población mundial. Sin embargo, la desigualdad de género sigue siendo una realidad en muchos aspectos. Entre ellos, está su baja representación en los puestos directivos, es decir, puestos de trabajo que tienen una mayor responsabilidad y poder de decisión dentro de las empresas.
El último Informe Global sobre la Brecha de Género del Foro Económico Mundial señala que el número de mujeres contratadas para ocupar altos cargos directivos cayó por tercer año consecutivo. A pesar de que las mujeres representan el 41,2% de la mano de obra mundial, solo el 28,8% de ellas alcanzan puestos de alta dirección.
El Foro Económico Mundial es una organización internacional sin ánimo de lucro que trabaja para mejorar la situación del mundo. Organiza reuniones, investiga y publica informes sobre distintos temas que preocupan a nivel global: economía, cambio climático, tecnología, educación… Y también igualdad de género.
Para elaborar este informe, la organización ha evaluado la paridad de género en 148 economías, y concluye que ningún país del mundo ha conseguido cerrar su brecha de género. Cuando un país cierra al 100% su brecha de género, quiere decir que ha alcanzado la igualdad total entre hombres y mujeres.
En la actualidad, Islandia es el país con mayor igualdad de género del mundo, con un 92,6% de su brecha de género cerrada. Le siguen Finlandia (87,9%), Noruega (86,3%), Reino Unido (83,8%) y Nueva Zelanda (82,7%).
¿Qué es el techo de cristal y la brecha salarial?
Las mujeres trabajadoras se siguen encontrando diferentes desigualdades en su día a día. Una de ellas es el conocido techo de cristal, un concepto que hace referencia al bajo nivel de representación de las mujeres en los puestos de responsabilidad de empresas e instituciones: directoras, ministras, presidentas…
El techo de cristal es una metáfora para explicar la barrera invisible que la sociedad impone a las mujeres que intentan avanzar en su carrera profesional pero que, por diferentes motivos, no lo consiguen: escaso reconocimiento, conciliación familiar, falta de oportunidades…
Otra de las desigualdades a las que se enfrentan las trabajadoras es la brecha salarial, es decir, la diferencia de salario que ganan hombres y mujeres por su trabajo. De media, las mujeres ganan un 23% menos que los hombres, incluso cuando tienen el mismo nivel de educación, experiencia y ocupan cargos similares.
Hay varias causas que explican esta brecha. Por un lado, las mujeres realizan más horas de trabajo no remunerado, dedicado al cuidado de los hijos y las tareas domésticas. Esto hace que muchas se vean obligadas a reducir su jornada laboral o tener empleos a tiempo parcial que les permitan conciliar ambas tareas.
Por otro lado, las mujeres tienen una mayor presencia en sectores con salarios más bajos, como los cuidados o la educación. A esto se suma que tienen más dificultades para acceder a puestos de responsabilidad, que suelen estar mejor remunerados.
¿De qué manera te afecta esta noticia?
En los últimos años, la igualdad de género ha avanzado en muchos ámbitos. Por ejemplo, las Naciones Unidas señalan que los casos de matrimonio infantil y mutilación genital femenina han disminuido en los últimos años, mientras la representación de la mujer en la esfera política es mayor que nunca.
Sin embargo, todavía queda mucho camino por recorrer para que todas las mujeres y niñas del mundo disfruten de plena igualdad. Es necesario que las organizaciones y gobiernos del mundo sigan trabajando y cooperando para eliminar todas las barreras jurídicas, sociales y económicas que impiden el empoderamiento femenino.
Porque la igualdad entre hombres y mujeres es fundamental para crear una sociedad sana. Cuando hay igualdad, se reduce la pobreza, mejora la economía, aumenta el bienestar social y se fortalecen los derechos humanos.