La ONU declara la hambruna en Gaza: ¿por qué no llegan los alimentos?
Hace cinco meses que Israel bloquea la entrada de ayuda humanitaria a la Franja, lo que está poniendo en peligro la vida de miles de gazatíes
Las Naciones Unidas han declarado oficialmente la hambruna en la ciudad de Gaza, el nivel más grave de inseguridad alimentaria que puede enfrentar una población. Así lo ha comunicado el grupo de Clasificación Integrada de las Fases de Seguridad Alimentaria (IPC, por sus siglas en inglés), un organismo de la ONU formado por expertos en escasez de alimentos que se encarga de vigilar, supervisar y clasificar las crisis de hambruna en el mundo.
Este equipo de observadores ha concluido en su informe que más de medio millón de gazatíes —casi una cuarta parte de la población de la Franja— malvive en condiciones “catastróficas”, teniendo que hacer frente a la inanición, la desnutrición aguda y la muerte.
El informe también alerta de que, si no se toman medidas, las condiciones empeorarán de manera inminente. Las provincias de Deir al-Balah y Khan Younis, en el sur de la Franja, podrían entrar en hambruna oficial a finales de septiembre. Además, advierte que durante el próximo año, la desnutrición amenaza la vida de 132.000 menores de cinco años.
Responsables de la ONU coinciden en afirmar que “se trata de una hambruna provocada por Israel” como resultado de bloquear o posponer el acceso de alimentos y otros suministros básicos durante meses en Gaza. También recuerdan que la propagación de la hambruna “todavía se puede controlar” mediante un alto el fuego y permitiendo que las organizaciones humanitarias realicen su trabajo de forma segura.
Mientras tanto, el ministro de Asuntos Exteriores israelí ha negado que haya hambruna en Gaza y ha acusado a los expertos del IPC de cambiar los criterios que determinan que una población sufre esta situación.
De qué sirve que la ONU haya declarado la hambruna en Gaza?
Imágenes que han dado la vuelta al mundo
La crisis humanitaria que vive Gaza, con imágenes de niños hambrientos, hospitales y escuelas devastadas y personas desesperadas intentando conseguir un plato de comida, ha provocado reacciones y protestas de indignación en todo el mundo.
Miles de personas se han manifestado en Londres, París, Madrid o Barcelona para denunciar la crisis humanitaria, pedir el fin de la guerra y exigir más acciones gubernamentales.
Las muestras de solidaridad con las personas que viven en la Franja de Gaza se han hecho especialmente visibles en las redes sociales a través de vídeos y mensajes. También en espacios que captan la atención de los medios de comunicación, como la inauguración del Festival de Cine de Venecia o la Vuelta Ciclista a España.
Cinco meses de bloqueo
La guerra de Israel contra Gaza comenzó hace prácticamente dos años tras un ataque de Hamás en territorio israelí en el que murieron 1.200 personas y 250 fueron capturadas y trasladadas a la Franja. Mientras tanto, Hamás ha cifrado en 62.000 las personas muertas por los ataques israelíes durante este tiempo, en el que la guerra solo se ha detenido dos veces.
Además de los ataques perpetrados, hace cinco meses que Israel bloquea total o parcialmente la entrada de ayuda a la Franja, lo que ha causado la muerte por inanición de 200 personas y está poniendo en peligro la vida de miles de gazatíes. Organizaciones humanitarias, como Human Rights Watch, denuncian que matar a palestinos que intentan obtener alimentos constituye un «crimen de guerra«. Por su parte, las autoridades israelíes sostienen que el bloqueo forma parte de una estrategia de “máxima presión” para obligar a Hamás a liberar a los rehenes que aún tiene retenidos.
Por qué te contamos esta noticia
Que un grupo de vigilancia en inseguridad alimentaria determine una hambruna en un territorio es poco frecuente. Desde que el IPC se fundó, en 2004, ha declarado tres estados de escasez alimentaria extrema: Somalia en 2011, Sudán del Sur en 2017 y Sudán en 2024, los tres en países africanos.
La declaración de hambruna requiere cumplir tres condiciones: que al menos una de cada cinco familias disponga de escasez extrema de alimentos; que una determinada proporción de niños sufra desnutrición aguda; y que, o bien dos adultos o cuatro niños de cada 10.000 personas mueran cada día, ya sea por inanición absoluta o por una combinación de enfermedad y desnutrición.
Declarar oficialmente que un territorio del mundo sufre hambruna ayuda a centrar la atención internacional en estas crisis y activa las donaciones. Además, también nos debe hacer reflexionar sobre la desigualdad y la injusticia que sufren muchos niños y jóvenes del mundo simplemente por haber nacido en países en conflicto.
