Al menos cinco personas han muerto en un nuevo ataque armado en la ciudad de Louisville, en el este del país
Un hombre de 23 años ha matado a cinco personas en un banco del centro de Louisville, la ciudad más grande del estado de Kentucky, en el este de Estados Unidos. El joven, que portaba un rifle y retransmitió el tiroteo en directo en las redes sociales, falleció en el intercambio de disparos con la policía.
El atacante era un trabajador del banco a quien habían anunciado que sería despedido. Entró en la oficina bancaria a primera hora de la mañana, antes de que abriera sus puertas al público, y empezó a disparar contra el personal. La policía llegó minutos después y abatió al atacante sin negociar con él, para evitar que siguiera disparando contra más gente.
El tiroteo ha dejado seis víctimas mortales: cinco trabajadores del banco y el propio atacante. Además, nueve personas resultaron heridas, entre las cuales dos agentes de policía (uno de ellos en estado crítico).
En los primeros meses de 2023 ya se han producido más de 140 tiroteos masivos en Estados Unidos, según datos de Gun Violence Archive, una organización que lleva a cabo un recuento de todos los ataques armados en el país (se consideran “masivos” cuando hay más de cuatro víctimas mortales).
Este tiroteo se suma al ocurrido hace apenas dos semanas en un colegio de Nashville, la capital del estado de Tennessee. El suceso causó seis muertos, tres profesoras y tres niños. La atacante, una mujer de 28 años, había estudiado en el centro.
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha lamentado el ataque de Louisville y ha denunciado el bloqueo del Partido Republicano a la hora de reformar las leyes que regulan la posesión de armas en el país.
Demócratas y Republicanos: enfrentados por las armas
El debate sobre las armas hace tiempo que está presente entre la población estadounidense. Estados Unidos es uno de los países con mayor densidad de armas por habitante y con una tasa más elevada de asesinatos causados por armas de fuego.
Por un lado, están los partidarios de limitar el acceso a las armas para evitar que haya más ataques, una posición representada en su mayoría por el Partido Demócrata. Por el otro, están quienes defienden el derecho individual de cada persona a llevar un arma para defenderse e incluso disparar a los atacantes, postura del Partido Republicano.
Tras el tiroteo en la escuela de Nashville, centenares de estudiantes y profesores organizaron una protesta para pedir al gobierno del estado leyes más estrictas sobre el control de armas. La Cámara de Representantes de Tennessee tiene una mayoría republicana y sus legisladores están en contra de limitar el uso de las armas.
La movilización llegó hasta la misma sede del gobierno de Tennesse y obligó a interrumpir la actividad política en el hemiciclo. En la protesta también participaron Justin Jones, Justin Pearson y Gloria Johnson, tres representantes del Partido Demócrata de Tennessee que criticaban las políticas del gobierno republicano.
Tras lo ocurrido, la Cámara de Representantes decidió expulsar a Jones y Pearson (la votación contra Johnson no obtuvo suficientes votos) por interrumpir la sesión parlamentaria. Hasta ahora, en la historia política de Tennessee solo se había expulsado a dos representantes: en 1980, cuando un congresista pidió un soborno, y en 2016, cuando otro congresista fue acusado de abuso sexual.
El legislador Justin Jones ha podido recuperar su cargo en la Cámara de Representantes días después de la expulsión: el distrito que representaba ha convocado elecciones para cubrir su vacante y los votantes han vuelto a elegirle. El otro legislador, Justin Pearson, podría ser restituido en los próximos días.
Las armas en Estados Unidos
En todo 2022 se produjeron 646 tiroteos masivos en Estados Unidos y más de 44.000 personas murieron por violencia con armas de fuego, según Gun Violence Archive.
Estas cifras tan altas de tiroteos tienen una relación directa con las leyes del país. La Constitución de los Estados Unidos establece que los ciudadanos tienen derecho a tener y portar armas. Además, existe una ley federal (aplicable a todos los estados del país) que establece que la edad legal para adquirir ciertas armas son los 18 años.
Aunque Estados Unidos solo representa el 4% de la población mundial, sus ciudadanos poseen casi el 40% de las armas de fuego de todo el mundo, según los últimos datos de Small Arms Survey. En total, en el país hay casi 400 millones de armas en manos de civiles, frente a los 331 millones de habitantes.
A día de hoy, el control de armas provoca una gran división social. Los defensores de las armas creen que no debería existir ningún control por parte del Estado para comprarlas y llevarlas. Según estos, las armas son un mecanismo de defensa ante situaciones de peligro.
Sin embargo, tras el aumento de tiroteos masivos en los últimos años, cada vez hay más personas a favor de realizar un control más estricto. Esta postura es la que defiende el actual gobierno. Sin embargo, los demócratas no cuentan con suficientes apoyos en el Congreso ni en el Senado para endurecer las leyes de compra y posesión de armas, y el sector de los fabricantes de armas sigue teniendo una gran influencia en la política norteamericana.