ODS y tecnología sostenible

¿Qué son los ODS? ¡Se lo explicamos a todo el cole!

Es importante que, en la primera parte de la actividad, el alumnado entienda por qué existen los ODS y que están promovidos por la Organización de las Naciones Unidas (ONU). Así, habiendo asimilado el contexto global, le será más fácil profundizar en cada uno.

Antes de que cada pareja empiece a buscar información sobre el ODS asignado, todo el grupo debe decidir cuál va a ser la estructura y soporte de la infografía. Así, la pareja número 18 también tendrá una tarea asignada y la infografía estará avanzada para cuando terminen de investigar las otras 17 parejas.

Se recomienda que, mientras se va completando la infografía, cada pareja tenga un momento específico para compartir la respuesta a las preguntas con el resto de la clase.

Investigamos: ¿cuánto gastamos en el colegio?

Para que el trabajo de esta actividad sea efectivo, se recomienda que cada grupo analice al menos diez elementos de consumo.

Los alumnos deben entender que los elementos de consumo no tienen porqué ser cosas necesariamente tangibles. Además, deben desglosar cada elemento al máximo, por ejemplo: si identifican como objeto de consumo la “merienda” de un alumno en el patio, habrá que dividirla entre envoltorio y comida. De esta forma se facilita la búsqueda de soluciones de la actividad posterior.

Sería importante dedicar un momento al final de la actividad para que los alumnos compartan aquellos elementos de consumo que más les hayan sorprendido.

Cambios para ser más sostenibles y tener una educación de calidad

Una vez realizada la encuesta sobre consumo en el centro educativo, esta actividad tiene como objetivo fomentar el pensamiento crítico. Los alumnos tendrán que reflexionar y proponer un cambio en la forma de consumir para ser un instituto más sostenible.

El profesor/a puede plantear el siguiente ejemplo para hacerles reflexionar:

- Los alumnos han detectado que uno de los elementos más consumidos son las bolsas de plástico para llevar el desayuno o merienda al patio.

- Este elemento se podría reducir o, en el peor de los casos, reciclar. Para poder reciclarlo, habría que poner una papelera específica en el patio; para reducir su consumo (y que los alumnos no llevaran bolsas de plástico al colegio), el propio centro podría proporcionar la merienda: por ejemplo, comprar fruta para todos los alumnos del colegio (lo que además, permitiría reducir el consumo de carne).

- Pero, en ese caso, ¿qué se haría si sobra fruta? ¿Y quién pagaría esa fruta?

- Conclusión final: quizás sería mejor diseñar una bolsa de tela para todos los alumnos y que cada uno trajera su merienda en ella. ¡Incluso se podría hacer un concurso en el colegio para el diseño de la bolsa! Y quizás esas bolsas se puedan fabricar a partir de algún objeto reutilizado.

La solución que en un principio parece más sostenible (comprar fruta a granel) puede acabar resultando en un problema mayor (fruta sobrante, sobrecoste para los padres…). Por eso es importante transmitirles la idea de que es mejor pensarlo mucho y bien más que rápido y mal.

Cada grupo tendrá un tiempo para desarrollar y definir ideas concretas en su ámbito de actuación, y deberá presentarlas al resto de la clase. De las propuestas de cada grupo, se seleccionarán las dos que se consideren más interesantes (pudiendo añadir algún cambio que las mejoraría). Finalmente, el grupo debatirá cuáles son las diez mejores ideas y el profesor/a las apuntará en la pizarra o en algún soporte visual común.

Rediseñamos nuestro colegio

Primero, se hará una selección de los distintos espacios del colegio: aulas, patio, pasillos, comedor, sala de profesores, entrada, secretaría, biblioteca… La clase se dividirá en tantos grupos como espacios seleccionados (es preferible que cada grupo tenga miembros de las distintas áreas de las actividades anteriores).

Cada grupo deberá rediseñar uno de los espacios con el objetivo de acercarlo a los ODS: poner papeleras de reciclaje en los pasillos, crear un espacio para compartir libros en la biblioteca y que puedan reutilizarse, cambiar las bombillas de los pasillos para que sean de bajo consumo…

Los cambios pueden ir ligados a las acciones propuestas en la Actividad 3. Por ejemplo, si uno de los elementos de consumo identificados es la gasolina de los vehículos con los que los alumnos vienen a clase y se ha decidido fomentar el uso de la bicicleta, el grupo encargado del patio puede añadir un espacio para dejar las bicis, mientras que el grupo del aula puede diseñar un espacio para dejar los cascos. Así, las acciones y cambios de cada grupo estarán alineadas entre sí.

La actividad puede estructurarse de la siguiente manera:

1. Se explica la dinámica y se hacen los grupos por espacios.
2. Cada grupo reflexiona sobre qué cambios podrían añadirse en ese espacio.
3. Una vez definidos, los grupos comparten sus ideas y buscan sinergias para tomar decisiones de forma conjunta.
4. Cada grupo se pone manos a la obra con dos tareas: una maqueta (optativa) y una presentación.

La maqueta es una forma muy visual de representar los cambios propuestos y puede ser muy útil para explicarlos al resto de alumnos del instituto (especialmente los más pequeños). El proyecto puede incluir pequeñas explicaciones sobre los cambios introducidos y el propósito que persiguen. En cuanto a la presentación, está más orientada a madres, padres, profesores y responsables del instituto (quienes decidan sobre la ejecución de las propuestas).

Compartimos con el colegio nuestras ideas

Para el correcto desarrollo de la actividad se recomienda comenzar realizando una pequeña reflexión grupal sobre los elementos que deben definirse.

A continuación, la clase se divide en grupos y cada uno se encarga de llevar a cabo una acción: diseño de las publicaciones en redes, diseño de las presentaciones (reutilizando las presentaciones y maquetas de la Actividad 4), guion de las charlas… Es preferible que cada grupo tenga miembros de los distintos espacios de la Actividad 4, para que en cada equipo haya una persona que conozca las acciones propuestas en cada espacio.

Lo que se pretende con esta actividad es hacer campaña y, en ese sentido, el objetivo de los mensajes debe ser concienciar. Para ello, se recomienda tener en cuenta:

1. Una parte explicativa, detallando la situación problemática a solucionar en base a los datos recogidos.
2. Una parte explicando la solución al problema encontrado y el espacio en el que se pretende implementar.
3. Una llamada a la acción, que debe ser específica para el grupo de personas al que se pretende llegar.

Por ejemplo, un post en redes sociales podría ser: “¿Sabes que todos los días gastamos 240 papeles de aluminio en nuestra merienda? ¡Apúntate al taller de bolsas de tela y reduce tu consumo de aluminio!”

Hay que tener en cuenta que el mensaje tiene que adaptarse al destinatario: no es lo mismo un cartel para los alumnos que un folleto dirigido a los padres. Si se prepara una presentación para el equipo directivo, la parte explicativa debe ser más seria y rigurosa, que incluya una descripción detallada de los cambios y los beneficios que comportaría para el colegio. En este caso en particular, se puede proponer la alianza con otros colegios que ya tengan experiencia a la hora de trabajar con los ODS (como las Escuelas Verdes EDU2030).

Esta actividad puede alargarse en el tiempo tanto como se hayan implicado los alumnos en el resto de la unidad didáctica. Si todo va bien, este será el inicio de un cambio que se alargue en el tiempo con la implementación de las ideas diseñadas por los alumnos.

Por último, se sugiere etiquetar a los perfiles del diario Junior y de Epson (Twitter: Report@JuniorReport_ y @Epson_Es e Instagram: @junior-report y @epsonspain) en las distintas publicaciones que se elaboren para redes sociales.