El último fin de semana de octubre, los relojes se retrasan una hora para aprovechar las horas de luz solar y ahorrar energía
A finales de octubre tiene lugar uno de los dos cambios horarios que se producen cada año en primavera y en otoño. La madrugada del sábado 26 al domingo 27 de octubre, los relojes retrocederán una hora y a las 3 h de la madrugada serán las 2 h, lo que nos permitirá dormir una hora más.
Este cambio provocará que amanezca más temprano, lo que permite hacer coincidir las horas de luz solar con las horas en que estamos despiertos y tenemos que trabajar. Sin embargo, también anochecerá más temprano, una de las desventajas del cambio horario en otoño.
El cambio horario empezó a aplicarse en todo el mundo a partir de la Primera Guerra Mundial (1914-1919). La crisis económica derivada de la guerra obligó a los países a plantearse diferentes medidas de ahorro, y una forma de hacerlo era aprovechar las horas de luz natural y así ahorrar carbón, que era la principal fuente de energía entonces.
En ese sentido, uno de los principales objetivos de cambiar la hora es ahorrar energía: al hacer coincidir las horas de luz con las horas laborales, se consume menos electricidad para iluminar los espacios, tanto interiores como exteriores. Al mismo tiempo, eso permite reducir las emisiones contaminantes.
Sin embargo, desde hace algún tiempo una parte de la sociedad reclama eliminar el cambio horario. Por un lado, se pone en duda que el ahorro energético sea significativo; por el otro, señalan que el desajuste horario puede afectar los ritmos biológicos y la salud de las personas.
Si se eliminara el cambio horario, cada país adoptaría la hora que le corresponde en función de los meridianos terrestres, que son las líneas verticales que dividen la Tierra en 24 franjas horarias. Según esta división, España compartiría la misma franja horaria que Reino Unido o Portugal.
Zonas horarias permanentes
El debate sobre el cambio horario hace años que llegó a la Unión Europea (UE), aunque hasta ahora no se ha tomado una decisión sobre si mantenerlo o eliminarlo. Según una encuesta de la UE realizada en 2018, el 84% de la población está a favor de abolir el cambio horario que se realiza dos veces al año.
En 2019, el Parlamento Europeo y la Comisión Europea se comprometieron a eliminar los cambios de hora de cara a 2021, pero la llegada de la pandemia de covid retrasó la decisión.
A día de hoy, cuatro años después de la pandemia, no se ha adoptado ninguna decisión definitiva sobre este asunto y no se ha establecido ningún plazo para tomar dicha decisión. Por ahora, sigue vigente el sistema actual, que prolonga las horas diurnas en verano mediante cambios de una hora en el reloj.
En 2022, un grupo de expertos formado por científicos, médicos y activistas de la reforma horaria presentaron una propuesta ante las autoridades europeas. Estos proponen crear zonas horarias permanentes que agrupen a los países de la Unión Europea por su ubicación geográfica.
En concreto, dividen el continente en cinco grandes zonas: Azores (Irlanda y Portugal), Europa occidental (España, Francia, Reino Unido, Bélgica y Países Bajos), Europa central (Suecia, Dinamarca, Alemania, Polonia, Suiza, Austria, Italia y Grecia, entre otros países), Europa oriental (Finlandia, Rumanía y Ucrania, entre otros) y la zona horaria de Moscú.
De acuerdo con las conclusiones de estos expertos, el cambio horario tiene efectos sobre la salud, la economía, la igualdad de género y la seguridad de las personas.
Cambio horario en el mundo
En la actualidad, menos del 40% de países del mundo realizan el cambio horario, según datos de Statista. La población de estos países representa solamente una cuarta parte de la población mundial.
La diferencia en las horas de sol que hay en verano o invierno es uno de los principales motivos del cambio horario. En las regiones más cercanas a los polos terrestres, esta diferencia es más visible (los días son más cortos o más largos en función de la estación), por eso la mayoría de cambios horarios se hacen en países del norte o sur del planeta.
En cambio, en las zonas tropicales, la diferencia en las horas de sol es menor debido a la inclinación de nuestro planeta y a la incidencia de la luz solar. Por eso hay pocos países en estas latitudes que apliquen el cambio horario.
#CambioDeHora: El próximo domingo se inicia el #HorarioDeInvierno. ¿Qué países aplican el cambio horario? https://t.co/JOLUveEZkS pic.twitter.com/iGsMMMqCLr
— Statista ES (@statista_es) October 23, 2020
Europa es uno de los continentes donde más se aplica esta medida. Entre los países que no hacen cambio horario encontramos a Rusia, Turquía, Nueva Zelanda, Líbano, Israel, Paraguay o Chile, entre otros. Un dato curioso es que China, a pesar de tener una extensión territorial de más 5.000 kilómetros, tiene un único huso horario: todo el territorio chino sigue la hora oficial de Pekín.