9 mayo 2024
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9 mayo 2024

Proteger nuestra identidad y privacidad en internet

Compartir datos personales en redes sociales puede revelar información sobre nuestra identidad y poner en riesgo nuestra privacidad

En España, el 98% de los menores entre 10 y 15 años usan internet de forma habitual, según un estudio del Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI). Aunque internet puede ofrecer ventajas, los usuarios muchas veces estos no son conscientes del peligro y la repercusión que pueden tener sus publicaciones

Muchos de estos peligros están relacionados con la privacidad y la publicación de datos personales. Cuando hablamos de datos personales nos referimos a información como nuestro nombre, nuestra edad, una foto de nuestra cara, el lugar donde vivimos o la escuela a la que vamos. 

Estos datos son muy importantes porque tienen que ver con quiénes somos y ofrecen información relevante acerca de nuestra identidad. Hoy en día, compartir información personal en redes sociales se ha convertido en una práctica muy habitual entre los usuarios de internet, especialmente entre los más jóvenes. 

Aunque esta práctica pueda parecer inofensiva, a veces no somos conscientes de la repercusión de nuestras publicaciones. Compartir datos personales puede provocar situaciones peligrosas como la suplantación de identidad, casos de pornografía infantil, estafas e incluso el secuestro de menores

El peligro de la suplantación de identidad

Cuando compartimos información personal en redes sociales es difícil determinar el alcance que va a tener. Por ejemplo, cuando publicamos una foto con nuestros amigos en Instagram, no sabemos con exactitud quién va a llegar a ver esta imagen.

Algunas personas se dedican a recopilar datos personales de diferentes usuarios en la red con el objetivo de suplantar su identidad, es decir, hacerse pasar por otra persona para conseguir algún beneficio. La suplantación de identidad es una actividad malintencionada que puede constituir un delito.

El objetivo de estos ciberdelincuentes puede ser extorsionarnos: amenazarnos para conseguir alguna información de valor, como nuestros datos bancarios o los de nuestra familia. En otras ocasiones, el objetivo puede ser utilizar nuestra identidad para acosar a otras personas

Según un estudio de Javelin Strategy, una consultora especializada en fraude digital, uno de cada 50 niños fue víctima de suplantación de identidad el año pasado. Para conseguir nuestros datos, los ciberdelincuentes utilizan técnicas como el phishing, que consiste en enviar mensajes fraudulentos para robar información confidencial. 

Otras amenazas en la red

Más allá de suplantar nuestra identidad, existen otros peligros relacionados con el hecho de compartir nuestros datos personales en la red. Por ejemplo, la posibilidad de ser víctimas de pornografía infantil

A veces los ciberdelincuentes contactan directamente con los menores para pedirles contenido de tipo sexual, utilizando el chantaje y las amenazas. En cambio, otras veces utilizan contenido que ya está publicado en redes sociales, como fotografías o vídeos. 

Este peligro puede llegar a situaciones extremas como el secuestro de menores. Compartir fotografías con el uniforme del colegio o la ubicación de nuestra casa puede ser muy peligroso, porque ofrece información privada a personas desconocidas que, de este modo, pueden deducir nuestra ubicación. Estos datos pueden ser utilizados por potenciales secuestradores.

Por todos estos motivos, debemos ser conscientes del contenido que compartimos en redes sociales y tener en cuenta que cualquier persona puede acceder a él. Antes de publicar, es importante pararse a pensar: ¿de verdad es necesario compartir esta información sobre mí en mi perfil?

Esta noticia forma parte de la Unidad Didáctica Navegando el mundo digital que incluye actividades para trabajar el tema en el aula. Suscríbete a Junior Report para acceder a los recursos informativos y materiales didácticos.   

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