23 abril 2024
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23 abril 2024

Ucrania pide armas para ganar la guerra

El gobierno ucraniano reclama a los países occidentales que envíen armas y tanques para hacer frente a Rusia en el conflicto

La guerra en Ucrania continúa once meses después de que Rusia lanzara los primeros ataques en territorio ucraniano. En la actualidad, Ucrania ha conseguido recuperar una parte de los territorios ocupados en el este del país, gracias a la ayuda de países occidentales como Estados Unidos o la Unión Europea, que han enviado armamento para combatir a Rusia.

Como respuesta, el ejército ruso ha intensificado los ataques contra varias ciudades ucranianas en las últimas semanas, como el bombardeo contra un edificio de viviendas en Dnipro donde murieron más de 40 personas.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha pedido a la comunidad internacional que envíe armamento de forma urgente para que el ejército ucranio pueda hacer frente a los ataques rusos. La OTAN, una alianza político-militar de 30 países, se ha ofrecido a ayudar a Ucrania aunque el país no sea miembro de la organización.

Así, desde el inicio del conflicto, la OTAN ha proporcionado armamento militar y asesoramiento estratégico a Ucrania. No obstante, ahora Zelenski reclama el envío de nuevos tanques para detener el avance de Rusia; concretamente, pide a Alemania que envíe 300 unidades de Leopard 2, uno de los carros de combate más modernos y avanzados, que se construyen en este país.

Esta petición ha dividido a los miembros de la OTAN, que se han reunido este fin de semana en la base militar de Ramstein (Alemania) para analizar en qué punto se encuentra el conflicto y qué armamento pueden proporcionar. El gobierno alemán, uno de los más influyentes de la alianza, se ha negado a ceder estos vehículos blindados a Ucrania porque cree que, si lo hace, esto daría argumentos a Rusia para atacar también a su país.

Hay varios países europeos, como Polonia y Finlandia, que también disponen de tanques Leopard 2 y podrían enviarlos a Ucrania. Sin embargo, al ser armamento fabricado en Alemania, se necesita el permiso del país de origen para poder exportar a terceros países. Aun así, el gobierno polaco ha anunciado su intención de enviar una veintena de estos tanques a territorio ucranio: una forma de presionar al gobierno alemán para que acceda a intervenir en la guerra.

Carros de combate y sistemas antiaéreos

Con más de 143 millones de habitantes, Rusia tiene uno de los ejércitos más grandes del mundo y es una de las principales potencias globales, por lo que sus recursos militares son muy superiores a los de Ucrania, que cuenta con poco más de 41 millones de habitantes.

En este contexto, el envío de armamento por parte de países occidentales a Ucrania ha sido un factor decisivo en la guerra. Uno de los principales contribuyentes ha sido Estados Unidos, que hasta la fecha ha invertido 20.000 millones de dólares en ayuda y que en diciembre aprobó el envío de otros 45.000 millones para contribuir a combatir el ejército ruso. 

Entre el armamento proporcionado por Estados Unidos, destacan los sistemas lanzacohetes, los proyectiles de alta precisión y los sistemas antiaéreos, que detectan la presencia de misiles enemigos y los hacen explotar en el aire, cuando todavía no han alcanzado su objetivo. Estos sistemas son muy efectivos y permiten evitar víctimas y la destrucción de edificios e infraestructuras.

Por otro lado, el envío de carros blindados tendría como objetivo hacer retroceder al ejército ruso que ocupa varias zonas en el este de Ucrania. Los tanques Leopard son más rápidos y tienen armas más potentes que los tanques del ejército ruso, que están más anticuados. Además, han sido probados sobre terreno helado, por lo que podrían marcar la diferencia en pleno invierno.

De ahí la insistencia de Zelenski: el ejército ucraniano quiere aprovechar las duras condiciones del invierno, que impiden a las tropas rusas avanzar. De este modo, podrían expulsar al ejército ruso de su territorio antes de que llegue la primavera y el buen tiempo.

Once meses de guerra

Pronto se cumplirá un año de la guerra en Ucrania, que empezó el 24 de febrero de 2022 cuando Rusia lanzó una ofensiva militar contra varios territorios ucranianos. Once meses después, la guerra ha pasado por diferentes fases en las que dominaba uno u otro bando.

Las primeras semanas de guerra, Rusia atacó numerosas ciudades de toda Ucrania, incluso en el extremo oeste del país (el más alejado de la frontera rusa). Esto provocó un gran movimiento migratorio: cerca de 8 millones de ucranianos han salido del país y 5 millones están registrados como refugiados, según datos de las Naciones Unidas (ONU).

El ejército ruso ha sido acusado de cometer crímenes de guerra en ciudades como Bucha, a las afueras de Kyiv, la capital. También han destruido infraestructuras esenciales como carreteras, puentes o estaciones de tren, además de hospitales, escuelas y edificios públicos. Expertos de la ONU alertaron también sobre el estado de las instalaciones en Zaporiyia, la central nuclear más importante de Ucrania.

Después del verano, el ejército ucraniano cambió el rumbo de la guerra y recuperó parte del territorio ocupado por las tropas rusas. Por su parte, las autoridades prorrusas de la región del Donbass (este de Ucrania) organizaron un referéndum de anexión a Rusia, aunque el proceso presentó numerosas irregularidades y los resultados no fueron reconocidos por la comunidad internacional.

A día de hoy, Rusia mantiene los ataques contra objetivos civiles y sigue amenazando con extender la guerra a otros países si los miembros de la OTAN ayudan a Ucrania. 

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