Uno de cada diez niños sufre obesidad
Un informe de UNICEF advierte que, por primera vez en la historia, hay más niños y niñas obesos que con bajo peso, con el riesgo para su salud que ello conlleva.
Por primera vez en la historia, hay más niños y niñas que sufren obesidad que bajo peso. Así lo recoge el último informe de UNICEF, que revela que uno de cada diez niños en edad escolar y adolescentes tiene obesidad, es decir, 188 millones de jóvenes en todo el mundo. Esto representa un cambio dramático respecto a hace veinte años, cuando el bajo peso era el principal problema nutricional entre los niños del mundo.
El informe titulado “Alimentando el negocio: Cómo los entornos alimentarios ponen en peligro el bienestar infantil” se ha basado en datos de más de 190 países. Según estos datos, en casi todo el mundo el exceso de peso ya supera la falta de peso, salvo en regiones como África Subsahariana y Asia Meridional.
Los países insulares del Pacífico registran los índices más altos: Niue (38 %), Islas Cook (37 %) y Nauru (33 %) entre niños y adolescentes. El aumento se atribuye al reemplazo de alimentos tradicionales por productos ultraprocesados, que tienen muchas calorías pero poco valor nutritivo.
También en países ricos como Chile, EE. UU. o Emiratos Árabes Unidos, la obesidad infantil afecta entre el 21 % y el 27 % de los niños.
UNICEF alerta que la obesidad también es una forma de malnutrición. Aunque solemos asociar malnutrición con bajo peso, los niños que consumen muchos alimentos ultraprocesados también tienen problemas de salud. Estos productos, llenos de azúcares, grasas y aditivos, están reemplazando la fruta, la verdura y las proteínas, esenciales para crecer bien, aprender y mantener una mente sana.
Riesgos de padecer obesidad
Se habla de sobrepeso cuando un niño o adolescente pesa más de lo que es saludable y recomendable para su edad, sexo y altura. Cuando este exceso de peso es muy elevado, se habla de obesidad, una enfermedad que aumenta el riesgo de sufrir problemas graves como resistencia a la insulina, hipertensión, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer.
Este aumento de la obesidad no depende sólo de decisiones personales. El informe de UNICEF explica que los entornos alimentarios —la oferta de comida en tiendas, escuelas y medios— influyen mucho en las elecciones que hacemos al comer.
Los jóvenes están especialmente expuestos a la publicidad de alimentos ultraprocesados, con mucho azúcar, sal y grasas no saludables. Una encuesta elaborada por UNICEF entre 64.000 jóvenes de 170 países muestra que el 75 % había visto anuncios de estos productos la semana anterior, y el 60 % reconocía que habían aumentado sus ganas de comerlos.
Para combatir la obesidad infantil se deben combinar estrategias:
A nivel personal: llevar una alimentación equilibrada basada en fruta, verdura, cereales integrales, legumbres, proteínas de calidad y grasas saludables, además de actividad física regular.
A nivel social y político: algunos países ya han comenzado a tomar medidas. Por ejemplo, México ha prohibido la venta de alimentos ultraprocesados y productos con alto contenido de azúcar, sal y grasas en las escuelas públicas.
Desde UNICEF también recomiendan establecer medidas como etiquetado claro, impuestos y subvenciones que favorezcan opciones saludables, así como programas de educación nutricional para familias y comunidades.
¿Cómo te afecta esta noticia?
Muchos adolescentes están expuestos a los riesgos de una mala alimentación. Ver anuncios constantes de comida rápida, bebidas azucaradas y snacks puede influir en tus decisiones sin que te des cuenta. La obesidad no solo afecta al cuerpo, sino también a la mente, ya que genera estrés, baja autoestima y dificultades sociales.
Es importante reconocer que no se trata solo de “no comer dulces” o “hacer más deporte”. Hay que saber identificar qué son los alimentos ultraprocesados para poder evitarlos y tomar decisiones más saludables.
Una manera práctica de empezar es planificar menús con alimentos naturales, limitar el consumo de ultraprocesados y mantener una actividad física regular que te resulte divertida, cómo caminar con amigos, bailar o practicar algún deporte.
