25 noviembre 2024
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25 noviembre 2024

Ley Trans, argumentos a favor y en contra

La nueva ley sobre derechos de las personas transgénero que prepara el gobierno español ha generado mucha polémica

El gobierno español ha presentado esta semana el borrador de la llamada Ley Trans, una ley para proteger y promover los derechos de las personas transgénero. La nueva normativa ha generado mucha polémica entre los defensores de la ley y algunos colectivos feministas que consideran que perjudica a las mujeres.

La división de opiniones ha afectado incluso a los partidos que gobiernan en coalición en España: Podemos, impulsor de la ley, asegura que corrige una “deuda histórica” con el colectivo trans, mientras que el PSOE cuestiona las consecuencias que puede tener sobre los derechos de las mujeres.

Tal como indica la propuesta de ley, las personas transgénero son personas “cuya identidad de género no se corresponde con el sexo asignado al nacer”. Por ejemplo, un niño que se siente como el resto de niños pero ha nacido con vagina o una niña que se siente niña pero ha nacido con pene.

El borrador de la ley engloba varios procedimientos médicos y derechos legales que hacen referencia a este colectivo, tanto menores como adultos

El punto más importante es la “despatologización de la transexualidad”, es decir, dejar de considerar la transexualidad como una enfermedad, de acuerdo con las políticas de la Organización Mundial de la Salud

La Ley Trans también incluye asistencia médica para los procesos de cambio de sexo: tratamiento hormonal, cirugías… Y bonificará a las empresas que contraten a personas transexuales, quienes a menudo se enfrentan a prejuicios que dificultan su entrada en el mundo laboral.

Propuestas polémicas

Pero otras propuestas han generado mucha polémica. Por ejemplo, el hecho de que los menores a partir de 16 años podrán cambiar de sexo en el registro sin necesidad de un informe ni de tratamiento médico, y entre los 12 y 16 años podrán hacerlo con el consentimiento de sus padres o tutores.

Los promotores de la ley argumentan que, de este modo, se protege los derechos de los menores que quieren cambiar de género y que no cuentan con el apoyo de su familia. En cambio, los más críticos señalan que debería haber un informe psicológico que respaldara esa decisión, porque la adolescencia y la pubertad son épocas muy convulsas en la formación de una persona.

Hasta ahora, la ley de 2007 que regulaba el cambio de sexo exigía que la persona estuviera diagnosticada por un médico con disforia de género, trastorno de identidad que sucede cuando una persona no se identifica con su sexo biológico.

En ese sentido, la nueva ley contempla la autodeterminación de género: que las personas trans puedan cambiar de sexo en el registro sin tener que aportar ningún informe psicológico ni haberse sometido a ninguna operación quirúrgica. Este es uno de los puntos más controvertidos.

Una ley a debate

Por último, una de las principales preocupaciones de las asociaciones feministas es que el cambio de nombre y/o sexo en el registro sea utilizado como una coartada para eludir condenas legales, especialmente en casos de violencia de género de hombres contra mujeres. En ese sentido, la Ley Trans establece que el cambio de nombre no alterará ninguna decisión legal previa.

Sin embargo, una parte del colectivo feminista insiste en que el nuevo texto supone un retroceso en las políticas de igualdad y los derechos de las mujeres. Temen que algunos hombres puedan cambiar su identidad de género para entrar en cárceles femeninas o beneficiarse de ciertas ayudas, por ejemplo.

Para algunos sectores del feminismo, equiparar los derechos de las personas transgénero con los derechos de las mujeres supone borrar los logros de la lucha feminista a lo largo de su historia. En cambio, el colectivo trans defiende que, como mujeres (porque así es como se sienten), deben poder tener acceso a esos mismos derechos.

El borrador todavía debe ser debatido en el Consejo de Ministros antes de presentarse a debate en el Congreso, un trámite que puede alargarse durante meses.

Hasta ahora, solo seis países europeos tienen leyes que contemplan el derecho a la autodeterminación de género de las personas trans sin necesidad de someterse a tratamiento médico o quirúrgico: Dinamarca, Malta, Luxemburgo, Bélgica, Irlanda y Portugal.

Sexo vs. género

Parte de la controversia en la nueva Ley Trans también surge por el debate sobre dos conceptos clave del feminismo: sexo y género.

El sexo es una condición biológica que se nos asigna cuando nacemos: sexo masculino o femenino, niño/hombre o niña/mujer en función de los genitales de nuestro cuerpo.

Por otro lado, el género serían todas las ideas, expectativas y características que la sociedad asigna a cada sexo de forma generalizada. Por ejemplo, que las mujeres visten con falda, se maquillan y deben depilarse, pero los hombres no.

Las personas cuyo sexo biológico coincide con su identidad de género se conocen como personas cisgénero. Mientras que las personas que sienten que su género (cómo la sociedad espera que se comporten) no coincide con su sexo, son personas transgénero.

También hay personas que no se reconocen en esta dualidad de opciones, hombre o mujer, y se definen según el género no binario.

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