Austria gana Eurovisión
El festival ha estado marcado por la polémica participación de Israel en medio de la guerra de Gaza, que ha causado la muerte de más de 50.000 palestinos
Austria se ha convertido en la ganadora de la 69ª edición de Eurovisión, que celebró su gran final el 17 de mayo en Basilea (Suecia). Su representante JJ, nombre artístico del joven Johannes Pietsch, consiguió un total de 436 puntos gracias a su canción Wasted Love. Nemo, ganador de la edición anterior, fue el encargado de entregarle el micrófono de cristal.
Por su parte, Melody, que representó a España con Esa Diva, quedó en la posición 24 de la clasificación final. La representante recibió un total de 37 puntos: 27 del jurado profesional y 10 del televoto. Aunque su actuación destacó por una escenografía cuidada y una gran energía en el escenario, la cantante no consiguió apoyo suficiente.
Eurovisión es un concurso musical en el que países de todo el mundo compiten presentando una canción original en directo. Sin embargo, el festival ha estado históricamente rodeado de polémica. Muchos consideran que no se premia el valor musical de los intérpretes y las canciones, sino que las votaciones están influenciadas por factores políticos.
Este año, la principal polémica ha sido la participación de Israel. Espectadores de todo el mundo han criticado que el país pueda participar mientras continúan sus operaciones militares en territorio palestino. Según cifras de Naciones Unidas, los bombardeos del ejército israelí han causado más de 50.000 muertos en Gaza desde que empezó la guerra.

¿Qué influencia tiene la política en el festival de Eurovisión?
Israel en Eurovisión
La Unión Europea de Radiodifusión (UER), organismo encargado de organizar Eurovisión, vetó a Rusia del festival tras la invasión a Ucrania, una decisión que fue celebrada por la comunidad internacional. Cuando empezó la guerra en Gaza, los fans del concurso pensaban que la UER haría lo mismo con Israel.
Sin embargo, el país ha participado en dos ediciones desde que empezó el conflicto. La organización ha decidido mantener a Israel como país participante, argumentando que Eurovisión es un evento cultural y apolítico, y que las emisoras públicas, como la israelí KAN, no deberían ser penalizadas por las acciones de sus gobiernos.
Espectadores, artistas y medios de comunicación de todo el mundo han criticado esta decisión, acusando a la organización del festival de doble rasero y falta de coherencia. Las críticas se han intensificado después de conocer que uno de los principales patrocinadores del festival, la empresa de productos cosméticos Moroccanoil, tiene relación con Israel.
Aunque no se sabe qué presupuesto destina la empresa a patrocinar Eurovisión, su nombre está muy presente en alfombras rojas, vídeos de actuaciones y redes sociales. Esto ha hecho pensar a los fans que la UER estaría priorizando sus intereses comerciales por encima de los principios éticos que supuestamente defiende el festival.
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En Eurovisión, el público puede participar votando por sus canciones favoritas a través del televoto, un sistema que permite emitir votos mediante llamadas, SMS o la aplicación oficial del festival. Estos votos se combinan con los del jurado profesional de cada país para determinar el resultado final de puntos que obtiene cada candidato.
Este año, el televoto también ha sido objeto de polémica. Pese a las críticas y las movilizaciones para pedir la expulsión de Israel, su representante ha quedado en segunda posición en el festival. Yuval Raphael y su balada New Day Will Rise recibieron la puntuación más alta de los espectadores, un total de 297 puntos.
En Eurovisión, el sistema de votación es “en positivo”: el público puede votar a favor de sus canciones favoritas, pero no en contra. Esto favorece a candidaturas polémicas como la de Israel, ya que sus simpatizantes pueden concentrar su apoyo en una sola opción, mientras que los que rechazan su participación no pueden penalizarla directamente.
Israel ha aprovechado este sistema, que además permite que una misma persona pueda emitir hasta 20 votos, para movilizar el apoyo a su representante. La situación ha llevado a Radio Televisión Española a solicitar a la UER que se abra un debate sobre el televoto, para valorar cómo los conflictos bélicos podrían estar influyendo en el festival musical.