24 abril 2024
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24 abril 2024

Guerra en Ucrania: pendientes de las negociaciones

Representantes de los gobiernos ruso y ucraniano se reúnen en Turquía para negociar una salida diplomática al conflicto

El gobierno de Rusia y el de Ucrania se reunirán en las próximas horas en Turquía para negociar las condiciones de un alto el fuego, con la esperanza de que suponga el inicio del fin de la guerra. Será el cuarto encuentro entre representantes de ambos países, en guerra desde que las tropas rusas iniciaron la invasión de Ucrania a finales de febrero.

El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha anunciado que está dispuesto a negociar la soberanía del Donbass, una región al este de Ucrania y en la frontera con Rusia, pero exige la retirada inmediata de las tropas rusas. La mayoría de la población del Donbass es de origen ruso y, pese a encontrarse en territorio ucraniano, apoyan a Rusia. Por eso Zelenski quiere que se organice un referéndum: para que la población del Donbass pueda decidir su futuro político.

Sin embargo, parece que el gobierno ruso no está dispuesto a terminar con los ataques. El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha anunciado que su ejército está a punto de iniciar la segunda fase de la “operación militar especial” (las autoridades rusas han prohibido hablar de “guerra” o “invasión” en Ucrania). 

Por otro lado, el servicio de inteligencia militar de Ucrania cree que el objetivo de Putin es dividir Ucrania en dos regiones: una parte bajo el control del gobierno ucraniano y otra bajo la ocupación rusa. Esto permitiría a Rusia unir la mitad este de Ucrania con la península de Crimea, un territorio de Ucrania que Rusia invadió en 2014, a pesar de violar las leyes internacionales.

Putin confiaba en que el ataque contra Ucrania sería mucho más rápido y que las tropas rusas habrían ocupado el país en pocos días. Pero ante la resistencia del ejército y la población ucranianos, parece que podría cambiar de estrategia y hacerse fuerte en la región del Donbass. 

Poco más de un mes después de iniciarse la guerra, las peores consecuencias son para la población civil. Se cuentan ya más de 3 millones de refugiados ucranianos que han huido del país, además de otros 6 millones de desplazados internos.

Una guerra desigual

Hasta ahora, la guerra ha provocado miles de bajas, tanto soldados de ambos bandos caídos en combate como ciudadanos ucranianos muertos en medio de los ataques.

Según las últimas informaciones del Kremlin, la sede del gobierno ruso, 1.351 soldados rusos han muerto en la ofensiva. No obstante, una filtración en un diario ruso que citaba a fuentes oficiales apuntaba a 10.000 soldados muertos (la información desapareció al cabo de poco de la web del Komsomolskaya Pravda, un periódico alineado con Vladímir Putin). 

La OTAN, alianza militar liderada por Estados Unidos y la Unión Europea, asegura que las bajas entre el ejército ruso son mucho peores: según esta organización hay 40.000 soldados rusos que han muerto, están heridos, han sido capturados o están desaparecidos en combate.

El último recuento de las Naciones Unidas sobre la guerra en Ucrania habla de 1.119 personas muertas y cerca de 2.000 heridas. No obstante, las autoridades ucranianas creen que pueden ser muchas más (hasta 4.000 o 5.000 víctimas mortales), aunque no hay cifras oficiales porque es imposible hacer el recuento en medio de los ataques.

Por otro lado, el ejército ruso está destruyendo numerosas ciudades e infraestructuras, como puentes, carreteras o plantas energéticas. Las Naciones Unidas hablan de cientos de edificios de viviendas, hospitales y escuelas destruidos. Mariúpol ha sido una de las ciudades más afectadas: debido a su posición estratégica en el mar de Azov, Rusia ha bombardeado la ciudad sin cesar para hacerse con ella. 

La OTAN y otros gobiernos occidentales no han intervenido en la guerra por temor a que el conflicto se extienda a otros países. Aun así, Zelenski ha pedido a los países de la OTAN que envíen armamento y aviones de combate a Ucrania para poder combatir a las tropas rusas, mucho más numerosas y mejor equipadas.

Equilibrio de poder

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha estado estos días en Polonia, el país que ha acogido al mayor número de refugiados ucranianos. Biden ha mostrado su apoyo al gobierno de Ucrania y ha declarado que “Putin no puede seguir en el poder”.

Estas palabras han provocado una gran polémica porque van en contra del principio de no intervención entre países: se supone un estado no puede intervenir en el gobierno de otro estado, ni tampoco presionar para que haya un cambio de régimen, porque este cambio debe producirse por parte de la propia población.

Los intereses de Estados Unidos en esta guerra van más allá de la posición estratégica de Ucrania dentro de Europa y en la frontera con Rusia. De hecho, el gobierno ruso ha dejado muy claro en varias ocasiones que no quiere que Ucrania pase a formar parte de la OTAN, porque lo consideraría una amenaza para su seguridad.

No obstante, la invasión de Ucrania y el avance de Rusia hacia el oeste de Europa también suponen una amenaza para la Unión Europea y sus aliados, como Estados Unidos. En el trasfondo de la guerra en Ucrania está el enfrentamiento entre Rusia y Estados Unidos para imponer su poder e influencia al resto del mundo.

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