26 abril 2024
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26 abril 2024

Destruir el arte para convertirlo en NFT

Un millonario quema un dibujo de la artista mexicana Frida Kahlo para venderlo como obra de arte virtual

El gobierno de México está investigando un presunto delito contra el patrimonio artístico del país: el millonario de origen mexicano Martín Mobarak quemó el dibujo Fantasmones Siniestros (1944), de la artista mexicana Frida Kahlo, para revenderlo en forma de criptoarte

Los hechos tuvieron lugar el pasado 30 de julio, cuando el empresario e inversor prendió fuego al dibujo, valorado en 10 millones de dólares, en un evento frente a decenas de personas. Su objetivo es “transformar y revolucionar el mundo del arte, los NFT y las organizaciones benéficas”, según ha declarado el propio Mobarak, que destinará una parte de las ganancias a proyectos filantrópicos.

El millonario ha creado una página web en la que ofrece una edición limitada de 10.000 copias del dibujo de Frida en NFT o tokens no fungibles, una forma de criptoarte en el que las obras se muestran en formato digital y se transmiten por tecnología blockchain

Las copias solo podrán adquirirse pagando con Ethereum, un tipo de criptomonedas. Cada NFT de Fantasmones Siniestros se venderá por 3 Ethereums, que tienen un valor en el mercado de unos 1.370 euros (cada criptomoneda). Así, Mobarak espera recaudar unos 40 millones de dólares con este negocio de criptoarte.

El Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal), encargado de velar por el patrimonio histórico, cultural y artístico de México, todavía está recopilando pruebas para determinar si el dibujo era realmente un original de Frida Kahlo. En tal caso, Mobarak habría cometido un delito y sería juzgado.

Frida Kahlo (1907-1954) es la artista mexicana más conocida a nivel internacional: todas sus pinturas, dibujos y creaciones están protegidos por ley y tienen la categoría de “monumento artístico”. 

¿Qué es el criptoarte?

En la actualidad, cada vez más aspectos de nuestra vida tienen lugar en el mundo digital: tenemos reuniones y asistimos a clase por videollamada, nos relacionamos con nuestros amigos por redes sociales, vemos series y películas por streaming y nos informamos a través de diarios y medios digitales

El mundo del arte también se ha sumado a esta revolución: ya no hace falta desplazarse hasta los museos y pagar entrada, sino que pueden visitarse de forma virtual (aunque ver los cuadros y esculturas en una pantalla no tenga el mismo efecto que hacerlo en persona).

El criptoarte va un paso más allá y convierte los cuadros en obras de arte virtuales. Pero además, para convertirlas en un objeto único, estas obras virtuales se protegen con la tecnología blockchain: un sistema de encriptación que cifra los archivos digitales.

Cuando un archivo digital está encriptado o cifrado, solo la persona que tiene los códigos de encriptación puede descifrar su contenido y ver lo qué es. En el caso de los Fantasmones Siniestros, por ejemplo, los compradores recibirán estos códigos, podrán descifrar el archivo y contemplar el dibujo de Frida Kahlo con todo detalle desde sus dispositivos.

Sin embargo, el criptoarte ha dado un paso más y está convirtiendo en obras de arte los objetos menos pensados, como un meme, un tuit o incluso una canción. Los coleccionistas pagan miles de dólares para tener el archivo único y original de un contenido, aunque sea digital.

Al mismo tiempo, el criptoarte es una de las pocas actividades que solo pueden pagarse con criptomonedas, un tipo de divisas que también funcionan con tecnología blockchain. Igual que los archivos cifrados, las criptomonedas solo existen en el mundo virtual y las transacciones (pagar dinero, recibir dinero, realizar una transferencia) también se hacen a través de códigos de encriptación.

Frida Kahlo: un icono global

Pintora, retratista, intelectual, feminista… hay muchas palabras para describir a Frida Kahlo, artista mexicana convertida en un icono global. Sus dibujos y su propia imagen son una representación de la cultura y el folclore mexicanos, que se convirtieron en el eje central de su obra.

Frida nació en la Ciudad de México en 1907. Desde pequeña padeció muchos problemas de salud: tuvo poliomielitis, una enfermedad que limitó su movilidad y por la que tuvo que someterse a varias operaciones. A los 18 años, sufrió un grave accidente de autobús que la dejó en cama varios meses.

Durante ese tiempo, Frida empezó a pintar y desarrollar su mundo interior. Sus cuadros reflejaban distintas vivencias personales y estados de ánimo con un estilo parecido al realismo mágico de la literatura: colores muy vivos y figuras que mezclaban personajes reales con símbolos y mensajes oníricos. 

Más allá de la pintura, Frida formaba parte de un grupo de intelectuales de izquierdas y simpatizó con el Partido Comunista. Fue en ese ambiente donde conoció a Diego Rivera, artista que gozaba de un gran reconocimiento dentro y fuera de México. Frida y Diego se llevaban 21 años y mantuvieron una relación larga y complicada: se separaron y juntaron varias veces hasta la muerte de Frida en 1954, cuando solo tenía 47 años.

Su legado incluye cerca de 150 obras, sobre todo autorretratos, que muestran la intensidad con la que Frida vivió toda su vida: sus operaciones quirúrgicas, su relación sentimental con Diego, la imposibilidad de tener hijos, la vida y la muerte.

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