La Segunda Guerra Mundial, el peor conflicto bélico de la historia
Se cumplen 80 años del final de la guerra, marcado por la rendición de la Alemania nazi ante los países aliados
El 8 de mayo de 2025 se conmemoran 80 años del final de la Segunda Guerra Mundial en Europa. Ese mismo día en 1945, conocido como el Día de la Victoria, las tropas de la Alemania nazi se rindieron ante los aliados, marcando el fin de la guerra en el continente europeo.
La II Guerra Mundial duró seis años y enfrentó a países de todo el mundo, que se dividieron en dos alianzas militares: los aliados (entre ellos Estados Unidos, la Unión Soviética, Reino Unido, Francia y China) y las potencias del eje (lideradas por Alemania, Italia y Japón). Más de 100 millones de soldados de una veintena de países participaron en la guerra.
A día de hoy, sigue siendo considerado el peor conflicto bélico de la historia. Se estima que murieron entre 70 y 80 millones de personas, lo que representa cerca del 3% de la población mundial de la época. Algunas fallecieron durante los ataques militares, otras como consecuencia de las enfermedades y la hambruna.
La guerra dejó episodios tan trágicos como el Holocausto (donde alrededor de seis millones de judíos fueron asesinados por el régimen nazi), los bombardeos masivos o el lanzamiento de las bombas atómicas sobre las ciudades japonesas de Hiroshima y Nagasaki. Aquellos años, el mundo vivió una escalada de violencia, sufrimiento y destrucción.
¿Por qué empezó la guerra?
Para entender las causas de la II Guerra Mundial tenemos que remontarnos al Tratado de Versalles (1919), firmado al finalizar la Primera Guerra Mundial. Este tratado impuso duras sanciones económicas y territoriales a Alemania tras perder el conflicto, lo que generó una crisis económica en el país y un descontento generalizado en la sociedad alemana.
En este contexto de crisis, surgieron regímenes totalitarios que prometían restaurar el orgullo nacional y recuperar el poder que el país había perdido. En Alemania, Adolf Hitler y el Partido Nazi consiguieron el apoyo de los ciudadanos con un discurso basado en el nacionalismo, el antisemitismo y la expansión territorial.
Pero esta ambición expansionista no fue única en Alemania. En Italia, Benito Mussolini promovía el fascismo, y en Japón, los militares impulsaban una política imperialista en Asia. Estas tres potencias compartían ideologías autoritarias y nacionalistas, y querían ampliar su influencia territorial a través de la fuerza de sus ejércitos.
En los primeros años, los países democráticos occidentales optaron por una política de apaciguamiento, es decir, por no intervenir de manera firme. Fue el caso de Reino Unido y Francia, que querían evitar el enfrentamiento directo para preservar la paz y decidieron tolerar las primeras acciones agresivas de los otros países.
Sin embargo, todo cambió cuando Alemania invadió Polonia el 1 de septiembre de 1939, una agresión que no pudieron ignorar. La invasión provocó que Reino Unido y Francia declararan la guerra a Alemania, marcando el inicio de la Segunda Guerra Mundial.

¿Qué hay que saber de la Segunda Guerra Mundial?
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Los nazis se rindieron en mayo de 1945 y, en septiembre, fue el turno de Japón. La Segunda Guerra Mundial (1939-1945) había terminado, pero la comunidad internacional estaba preocupada por si un nuevo conflicto armado a gran escala volvía a poner en peligro la humanidad.
¿Sabías que en este contexto se creó la Organización de las Naciones Unidas? La ONU fue fundada en octubre de 1945 con el objetivo de promover la paz, la seguridad internacional, la cooperación entre naciones y el respeto a los derechos humanos. Su creación fue una forma de establecer mecanismos para evitar que una tragedia como la II Guerra Mundial volviera a ocurrir.
Ahora es una de las organizaciones más importantes del mundo. Interviene en conflictos para conseguir la paz y envía ayuda humanitaria a países en guerra. Además, con iniciativas como los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), busca erradicar la pobreza, mejorar la educación, cuidar el medioambiente y lograr un desarrollo justo para todos.
La Segunda Guerra Mundial dejó varias lecciones que no debemos olvidar, como el peligro de los totalitarismos, la importancia de la cooperación internacional y el valor de los derechos humanos.